Gran sátira política de Frank Capra que lleva al cine la mordaz obra teatral del mismo nombre escrita por Russel Crouse y Howard Lindsay.

En principio Claudette Colbert iba a ser la protagonista femenina de esta comedia dramática con trazas sociopolíticas que aborda temáticas habituales caprianas como son el idealismo, la libertad individual, la denuncia de un sistema corrupto, o el valor de la honradez y la dignidad frente a los métodos ilegales para alcanzar el poder. Capra critica la palabrería vacía e insustancial, la manipulación política, y la amoralidad de la gente que está dispuesta a lo que sea con tal de conseguir el ansiado puesto.

Los diálogos son estupendos, así como la variedad de personajes que proporcionan diversos matices (sobre todo humorísticos) a la historia.

Lo peor es que cae un tanto en la nunca recomendable generalización, apreciándose igualmente ciertas dosis de demagogia, pero sin duda estamos ante una más que recomendable oportunidad para disfrutar una vez más de la maravillosa química que siempre desprenden en pantalla la icónica pareja Spencer Tracy/Katharine Hepburn, y para admirar nuevamente el talento de Frank Capra, uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos.