...la comida no queda para nada rica.

Esta película es buena, tiene buenos actores, excelente estética, escenas memorables, referencias curiosas (los gusanos de arena remiten claramente a Dune) y mucha diversión, pero pudo haber sido mucho mejor. El problema es que el elemento que la lastra justamente es el que le da el nombre: Beetlejuice.
Para presuntamente ser el protagonista aparece muy poco (cosa que se agradece), es un personaje asqueroso, totalmente nefasto, y para más inri el filme ni siquiera lo necesitaba, ya que tenía temática y conflicto establecido (los Maitland vs. los Deetz, o mejor dicho, fantasmas vs. los vivos). También exploraba otras temáticas como la superficialidad, la incomprensión y la adaptación, cosas que hacen a la película más rica e interesante.
Pero aparece Beetlejuice y el ritmo se va al carajo: dice tallas escatológicas totalmente desubicadas en un filme como este, sus acciones carecen de lógica y rompen totalmente con lo que se está tratando en el momento. Si se cortaran sus escenas se vería claramente que todo se podía desarrollar y resolver sin ser necesaria su presencia, quedando en evidencia que fue metido con calzador en la historia. Tim Burton amaba al personaje, pero lo metió en el lugar equivocado.
Yo no he visto la serie animada, según mi mamá Beetlejuice era un personaje radicalmente distinto (vio la serie primero que la película) y yo quisiera creer que allí si encajó de verdad, ya que aquí para lo único que sirvió fue para manchar una película impecable.