El ser humano nunca termina de sorprenderse. Por lo menos es lo que me ha pasado con Ryan Gosling. Adicta al buen cine desde mi adolescencia, socia de un CineClub, creo que no he dejado de ver las realizaciones de todos los grandes directores y, por supuesto, las actuaciones de los excelentes actores dirigidos por ellos.
Ya en mi edad adulta, los cambios propios de esa etapa me alejaron un poco de las salas cinematográficas. Pero mi actividad actual me ha permitido retomar esa pasión por el buen cine.

Me extendí un poco en estas líneas porque quiero contar que yo no era muy afecta al drama romántico, pero un día, hace algunos años ví por TV The Notebook y allí descubrí a Gosling, sin haber prestado atención a su apellido. Y el segundo filme fue The Ides Of March, del cual ya dejé aquí mi opinión. Revisando en este sitio su filmografía no puedo creer todas las actuaciones que me he perdido

Half Nelson es una historia cuyo tema -psicología, y sus conflictos importantes derivados- me ha interesado vivamente desde muy joven. Hoy he visto Half Nelson por TV y me inmovilizó: me ha tenido sin mover un músculo en toda su proyección.

Creo que como en todas las ramas del arte el valor de una obra reside en cuán importante es la emoción que despierta, y por eso también creo que todas las críticas son válidas.