Esta tercera entrega logra acercarse al nivel mostrado por la primera, sin llegar a este, claro está. Sin ánimo de despreciar la segunda parte, la cual tengo algo olvidada por cierto, era algo deficiente en cuanto al humor que propuso. De todas formas, debo verla nuevamente para hacer una valoración correcta. Parece que los dinosaurios son sinónimo de éxito porque siempre que salen en cualquier película, esta gusta. Se trata de algo muy comprensible, pues a la mayoría de la gente le fascinan por varios motivos. En mi caso, crecí viendo los films de Jurassic Park, En busca del valle encantado, la olvidada cinta de Disney, Dinosaurio y una cantidad de documentales inmensa, por no hablar de los libros y demás productos que he tenido. Así que lo confieso, desde niño he sido muy de dinosaurios. Luego está Buck, una comadreja aventurera que guiará a nuestros amigos por el mundo perdido que han descubierto. Se puede decir que Buck es el alma de la historia por su carisma, locura y comedia. A mí me recuerda al mítico pirata Jack Sparrow. El antagonista tiene un diseño cojonudo y el nombre que le ponen no se queda atrás. El humor vuelve a ser decente y nos ofrece momentos de suma diversión a lo largo de esta mesozoica aventura. Ahora la manada es más vulnerable al encontrarse en un lugar que no conoce y tener que enfrentarse a depredadores que son mucho peores.