La saga cayó en picado después de alcanzar un gran nivel en su segunda entrega, lo cual era de esperar, aunque, en mi opinión, el nivel bajó demasiado en muy poco tiempo.
La historia nos presenta a un Rocky Balboa que defiende el título de campeón mundial de los pesos pesados después de su victoria ante Apollo Creed. Desde aquel durísimo combate, el Potro Italiano no ha vuelto a mostrar ese espíritu de lucha. Entonces, sufre una dolorosa derrota justo antes del triste fallecimiento de su entrenador...
Su antiguo rival vuelve con la intención de entrenarle para devolverle el coraje que en su día tuvo.
Si bien el film baja varios peldaños con respecto a los anteriores, Stallone sigue interpretando al boxeador de un modo humano y realista. Además, la preocupación de este por su familia es mayor.
Carl Weathers es un buen secundario. Pasa de ser un chulo prepotente a un buen amigo. Su evolución llama (mucho) la atención.
La película tiene un buen ritmo y nunca es aburrida. Es verdad que no logra emocionar de la misma manera que las 2 entregas anteriores, pero teniendo en cuenta lo alto que estaba el listón, es una decente tercera parte.
Luego tenemos a Mr. T de la famosa serie ochentera, El equipo A. Hace muy bien su papel de hijo de perra. De hecho, estás deseando que Rocky le parta la cara.