Con una estética similar a "Fargo" y a un "Un plan simple", este sombrío drama es un descenso a los infiernos de un personaje oscuro. El director reflejó el camino a la destrucción de Rolfe, destrucción en todo lo que abarca la palabra y en todos sus sentidos, apoyado de un guión que propone una trama que va creciendo en intensidad dramática de una manera sorprendente.
Uno sabe a medida que va pasando el filme que algo va a tener que explotar en algún momento, pero a diferencia de otros thrillers no busca el impacto directo y hueco sino que se toma su tiempo y crea climas asfixiantes que resfuerzan la carga dramática, que es realmente intensa.
Posee una dirección de un artesano en el género y un elenco descollante con el sensacional Nick Nolte, quién regala un impagable registro único de los estados de ese torturado Rolfe y se bate a duelo con otro grande como James Coburn, quién como su violento padre, se lleva las palmas.Sus escenas con Nolte son sencillamente sublimes. Igual de maravillosa esta la gran Sissy Spaceck y Willem Dafoe, quién es el encargado de narrar este cuento oscuro y sombrío lleno de pequeños grandes momentos absolutamente dramáticos.