Nuevamente Martin Scorcesse deslumbra con una obra maestra de su filmografía, aquí retrata como ningún otro director en el mundo del cine haría, a la mafia de Las Vegas, tan enigmática, como peligrosa y violenta.
Con esquemas de cine negro, Marty deslumbra a quienes ven este film fascinante, desde un argumento espectacular que nos permite conocer (aunque sea en modo de ficción) los bajos fondos, las trampas, el funcionamiento de los casinos, los clanes mafiosos que operan más que los dueños del casino, las conexiones políticas y por sobre todo el poder, quién es un personaje más en esta historia deslumbrante, alternando suspenso, drama y mucha violencia, como de costumbre.
Apoyado en une quipo técnico impresionante que recrea una época y ante todo sus actores que le prestan el cuerpo a sus despreciables criaturas atrapadas en un mundo de ambición y muerte: Robert De Niro, intérprete intérprete irreemplazable de las pelis de Marty, brilla al lado de un verdadero monstruo como Joe Pesci, que con su brutal actuación demuestra que nadie lo hace como él. Y para representar a la ambición desmedida y a la vez la perdición por todo, está Sharon Stone que, con una actuación maravillosa demuestra que es una intérprete que se compromete a fondo cuando se lo propone, es sin duda el personaje más logrado.
Todo es maravilloso en el film de este genio que retrata como nadie lo peor de los seres humanos. Obra cumbre y a la vez subvalorada de Scorcesse.