Insufrible comedieta elaborada con el único objetivo de explotar la supuesta ‘química’ de los dos protagonistas, mientras se enlazan gags absurdos y banales. La acumulación de tópicos previamente explotados hasta la saciedad no impidió a los guionistas (¿realmente los hubo? ¿llegaron a cobrar por su trabajo en este film?) presentarnos ooooooootra ración de más de lo mismo: el protagonista es un atractivo y simpático chico, tan hábil en el flirteo como fiel a su pareja; la protagonista es una chica sensible que busca algo de emoción en su ordenada vida; el padre de ella es un hombre sobreprotector, que quiere evitar que el matrimonio prospere; la madre es una mujer-florero que no pinta nada… en esta opereta de salón ni siquiera falta el ex-novio de ella, con modales refinados y unos bíceps impropios de ese eficiente hombre de negocios que es y que tanto agrada a quien esperaba convertirse en su futuro suegro… La película es un dejà vú de 000 minutos: no es que te suene haber visto algo igual… es que has visto exactamente esto otras 100.000 veces.

En el apartado interpretativo (es una forma de hablar, claro), el guaperas (???) Kutcher sigue a lo suyo: aprovechando su supuesto atractivo entre las jóvenes adolescentes pre-universitarias estadounidenses (adictas a la MTV y la saga ‘Eclipse’), se dedica a ejercer de novio adorable con tendencia a cometer estupideces… mientras grita, gesticula y hace muecas (por cierto… no se ha visto una mayor habilidad para la sobreactuación desde los inicios de Jim Carrey).

Murphy, por su parte, se dedica a hacer mohines a la cámara, mezclando sonrisitas picaronas y pucheros con gesto compungido, mientras recita sus diálogos igual que una alumna empollona enumera los ríos de España… en resumen: un auténtico horror, por partida doble.

Esta película es de lo peor que puede encontrarse hoy en día. Si tenemos en cuenta que la situación más hilarante se vive cuando dos cucarachas vivas recorren el cuello del protagonista (aclaración innecesaria: el mérito es únicamente de los insectos), sólo nos queda citar al bueno de Bernd Schuster: “No hase falta desirrrr nada más”.

PD: Mira por dónde, voy a añadir algo… la película estuvo nominada a los Premios Razzies del año 2003 en 3 categorías: Peor Actor (Kutcher), Peor Actriz (Murphy) y Peor Pareja en la Pantalla (ambos). Esto es lo que se llama ‘justicia poética’.