Hanoun da un tratamiento especialmente emotivo a la silente presencia de la niña, que transmite una humilde y despreocupada expectación hacia su madre.

El encuadre, en ocasiones, deja fuera de campo a la cría, para fijarse exclusivamente en la mujer. Esta significativa planificación de cámara da a entender que ella misma se azora por no poder proporcionarle un futuro a su pequeña, y se guarda de su mirada que, aunque inocente, lleva impreso el demonio de la necesidad.

...

Nadie repararía, en la abundancia de una vecindad bien avenida, en una tabla de madera ajada. El náufrago perdido en alta mar la intentaría aferrar con desespero: pese a que sepa que un exiguo leño no soportará el continuo envite de las olas, es lo poco que tiene.

Las austeras habitaciones de hotel en 'Une simple histoire' contienen el ahogo de una mirada desde el fondo del pozo; pero a madre e hija les suponen, en el vagar itinerante, un cobijo momentáneo.

La angustia de los espacios, incómodos y desangelados, enlaza con una imperiosa necesidad de ellos; y los constriñe la consciencia de que son pasajeros. Por su sutilidad, es una película de angustiosa y serena tristeza.

Gracias.