Las virtudes de Celda 211 son cuatiosas, pero destacaría dos entre todas ellas. En primero lugar la creación de un mito del cine español, un personaje que será de referencia por mucho tiempo, como el televisivo Juncal, el padrino López Vazquez, la chaca Morales, Alfredo Landa en "El crack", etc., etc. La interpretación de Luís Tosar, sencillamente sublime, pero también el talento de Tósar se une al de Monzón para componer un villano épico, un ser temible, despreciable y violento que, sin embargo, acaba por ganarse al público, logrando una empatía "cordial" que no hace que traspasemos el complejo umbral de sentir simpatía por el, psero sí compasión.
El segundo punto fuerte es conseguir que las numerosas endebleces del guión sean totalmente secundarias. En mi opición, el cine no tiene que ser real al cien por cien, pero si tiene que resultar creíble. Algunas de las situaciones que se producen en el film son francamente improbables (casi diría que imposibles) pero están contadas con tal acierto que se hacen asumibles. Y eso es lo que distingue a las grandes películas.
Película muy recomendable que mantiene la tesión y un climax cinematográfico de muchos quilates.