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Voto de qarikani:
5
7,5
37.483
Acción. Drama
Brasil, 1997. El capitán Nascimento (Wagner Moura) está al mando de un escuadrón del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), un cuerpo de élite de la policía de Río de Janeiro. Su misión es actuar en las favelas, en las que la policía, por miedo o por corrupción, no interviene. Nascimento quiere dejar su puesto, ya que está a punto de ser padre, pero antes necesita encontrar un sustituto adecuado. Con ese fin comienza a ... [+]
25 de junio de 2008
14 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La crítica comienza con un spoiler, así que va toda en ese rubro
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Al final de la película el capitán Nascimento, protagonista y narrador, está aliviado: encontró un digno sucesor. Es un duro si los hay, jefe del BOPE, un incorruptible e irregular escuadrón de la policía de Rio de Janeiro encargado de combatir a los narcos, ostentando como insignia una impúdica calavera de diseño nazipop. No aguanta más Nascimento, está quemado y sicótico y sólo logra mantener dificultosamente su compostura autoritaria ante familia y subordinados.
Para encontrarle sucesor se ha puesto en marcha un mecanismo de selección de lo más brutal, humillante y cinematográfico, un entrenamiento extremo que padecen los pobres comemierdas que después estarán al mando de la tropa de elite. Hay dos candidatos que sobresalen por ambición, aguante, dedicación y honestidad, amigos entre ellos, buenos y derechos muchachos ambos. Neto es de clase media, impulsivo, voluntarioso y de pocas luces, y André, negro de origen humilde, inteligente y pensante, alguien que no se conforma con ser policía sino que estudia paralelamente derecho. En la opinión del capitán uno demasiado calentón y el otro demasiado poco maniqueo. Si sólo pudiera juntar el corazón de Neto con el cerebro de André, reflexiona Nascimento... En su modo de ver André nunca podrá ser un "buen policía" mientras estudie y se junte con sus compañeros de facultad, muchachos frívolos de veleidades izquierdosas y ganas de fumarse un porro, idiotas útiles, cómplices culposos del mal.
No hace falta contar toda la trama, a Neto lo matan los malvados narcotraficantes y entonces André que se siente culpable pierde las últimas reservas morales e intelectuales que le impedían ser un "buen policía". En un operativo espectacular los héroes del BOPE irrumpen en la favela, matan gente a diestra y siniestra sin reparar en daño colateral, torturan salvajemente a adolescentes y mujeres para llegar al Bahiano, capo narco caricatura del villano siniestro. Lo cercan, lo atrapan, lo abaten, el cobarde ruega por su vida, por que al menos no le desfiguren la cara. Nascimento le entrega su fusil a André y a este no le tiembla la mano para zamparle un balazo en la cara al indefenso Bahiano. Fin. El buen chico se ha convertido en héroe verdugo y el capitán ha encontrado un digno sucesor. Puede ahora dedicarse tranquilamente a la educación de su hijo que acaba de nacer en medio de este pandemonium.
A mí francamente me dejó aterrado, pero no es que "Tropa de Elite" sea una mala película. No por nada la crítica alabó su realismo, su ritmo, su cinematografía. En gran medida con justicia. No por nada se la comparó con "Cidade de Deus". Habría que analizar detenidamente las múltiples relaciones entre estas dos obras. No por nada en Brasil fue un exitazo de taquilla. El análisis de este fenómeno se lo dejamos a los observadores de la dolorosa realidad brasileña. En todo caso no es una mala película, insisto. Eso es lo que me preocupa más que nada.
Para encontrarle sucesor se ha puesto en marcha un mecanismo de selección de lo más brutal, humillante y cinematográfico, un entrenamiento extremo que padecen los pobres comemierdas que después estarán al mando de la tropa de elite. Hay dos candidatos que sobresalen por ambición, aguante, dedicación y honestidad, amigos entre ellos, buenos y derechos muchachos ambos. Neto es de clase media, impulsivo, voluntarioso y de pocas luces, y André, negro de origen humilde, inteligente y pensante, alguien que no se conforma con ser policía sino que estudia paralelamente derecho. En la opinión del capitán uno demasiado calentón y el otro demasiado poco maniqueo. Si sólo pudiera juntar el corazón de Neto con el cerebro de André, reflexiona Nascimento... En su modo de ver André nunca podrá ser un "buen policía" mientras estudie y se junte con sus compañeros de facultad, muchachos frívolos de veleidades izquierdosas y ganas de fumarse un porro, idiotas útiles, cómplices culposos del mal.
No hace falta contar toda la trama, a Neto lo matan los malvados narcotraficantes y entonces André que se siente culpable pierde las últimas reservas morales e intelectuales que le impedían ser un "buen policía". En un operativo espectacular los héroes del BOPE irrumpen en la favela, matan gente a diestra y siniestra sin reparar en daño colateral, torturan salvajemente a adolescentes y mujeres para llegar al Bahiano, capo narco caricatura del villano siniestro. Lo cercan, lo atrapan, lo abaten, el cobarde ruega por su vida, por que al menos no le desfiguren la cara. Nascimento le entrega su fusil a André y a este no le tiembla la mano para zamparle un balazo en la cara al indefenso Bahiano. Fin. El buen chico se ha convertido en héroe verdugo y el capitán ha encontrado un digno sucesor. Puede ahora dedicarse tranquilamente a la educación de su hijo que acaba de nacer en medio de este pandemonium.
A mí francamente me dejó aterrado, pero no es que "Tropa de Elite" sea una mala película. No por nada la crítica alabó su realismo, su ritmo, su cinematografía. En gran medida con justicia. No por nada se la comparó con "Cidade de Deus". Habría que analizar detenidamente las múltiples relaciones entre estas dos obras. No por nada en Brasil fue un exitazo de taquilla. El análisis de este fenómeno se lo dejamos a los observadores de la dolorosa realidad brasileña. En todo caso no es una mala película, insisto. Eso es lo que me preocupa más que nada.