Uno de los mejores documentales que he visto en toda mi vida, no había visto algo así jamás, me he estado partiendo de risa como nunca en el cine durante toda la película, es maravillosa, ojalá todo fuera así!!! Cuatro niños totalmente diferentes, ambientados con una agradable música, y con ese epílogo de los años posteriores donde han crecido. No se puede decir mucho más de la película excepto que no paras de reírte en cada escena que te encuentras con esas situaciones, gestos, actitudes que tienen los bebés en toda la película, cuando se quedan dormidos, cuando dan manotazos, se caen o hacen pipí, cuando molestan a los animales o cuando tratan de conseguir lo que quieren, o las formas tan peculiares que tienen sus madres de educarles. No se puede decir más porque se estropearía la película, simplemente... ¡HAY QUE VERLA!!! Se la recomiendo encarecidamente a todo el mundo, te hace reír y disfutar durante toda la película y sales con una sonrisa de oreja a oreja con un gran sentimiento de felicidad. Lo mejor: EL NIÑO AFRICANO.