Jk Rowling con la orden del Fénix mandó a la saga a los infiernos con un libro plomizo, lleno de relleno, insulso que nos hizo temer una caida libre en la saga. Yates en su debut tras las cámaras consiguió una película más que digna del material más deficiente de Potter.

Jk con este libro recuperó el pulso de las tramas detectivescas, misterios y traiciones de sus mejores obras, El prisionero de azkaban y El caliz de fuego. Los fans respiramos aliviados y confiabamos en el trabajo de Yates, había hecho una película buena con el peor libro, asi que teniendo entre las manos uno de los mejores esperabamos la mejor o una de las mejores películas de la saga. Error, Yates metió la pata hasta el fondo estropeandolo casi todo.

Las películas de El caliz de Fuego y la Orden del Fenix habían sido unas "adaptaciones libres" de las novelas, construyendo una trama con personalidad propia a partir del libro, dichas tramas funcionaron.

Kloves y Yates realizan una "adaptación esclava" o estilo Cuarón, coger cosas del libro, suprimir otras y reordenar otras en el tiempo de la película, lo que con Cuarón funcionó al ser un libro más corto y montarse con un criterio acertado aquí fracasa estrepitosamente.
La razón no es sólo que sea un libro más largo por lo que el cortar y pegar no funciona pues el material que se queda fuera es demasiado grande sino, que además, aquellas partes de la trama del libro que si aparecen reflejadas en la película son en muchas ocasiones más prescindibles que otras partes que se quedaron en el tintero.

El argumento del libro se divide en varias partes, por un lado Voldemort y los mortifagos se están haciendo fuertes en el exterior y parece que Draco Malfoy planea "algo" en la escuela. Harry descubre un libro de pociones con anotaciones de un tal principe mestizo que le ayudarán a ser un genio en la materia. Mientras el amor llega a Hogwarts, Dumbledore enseña a Harry recuerdos de personas relacionados con el pasado de Voldemort.

Si bien las tramas de Draco y las amorosas funcionan y están bien recogidas. La del principe mestizo es anécdotica, cosa también del libro por lo que lo peor es la parte de los recuerdos.

Entendedme bien, los recuerdos de un joven Voldemort son lo mejor de la película, ahora bien, son tan escasos y mutilados que un libro que nos ayudaba a comprender la personalidad, psicología y transformación de Riddle en Voldemort se convierten en una mera anécdota cuando deberían ser el punto central de la película.

Esta película debería haber ido sobre el nacimiento de Voldemort y no sobre un conjunto de tramas todas ellas sin desarrollar de forma amplia. Todas tienen su tiempo pero todas no cabían en el tiempo que les dan, quizás habría que haber recortado de la que tiene más peso, la de Draco.

Pero lo peor no es esto. Lo peor es que las escenas claves de las películas, las que podrían haberla hecho muy buena solo de funcionar, siendo buenas son cortas, rápidas y sin épica.

Entre ellas.