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Voto de CANDELA:
6
5,2
37.348
Fantástico. Aventuras. Acción
Versión oscura del cuento de los hermanos Grimm. Sólo una mujer (Kristen Stewart) supera en belleza a una reina tan malvada (Theron) que está dispuesta a acabar con ella. Pero la pérfida soberana ignora que el cazador (Chris Hemsworth) que debía haberla matado, no sólo le ha salvado la vida, sino que le ha enseñado a defenderse. Poco después, aparecerá en escena el Príncipe Azul (Sam Clafin) que queda hechizado por la belleza y el poder ... [+]
6 de junio de 2012
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de verla, tras varios meses aguardando con bastante expectación (una sigue haciéndose ilusiones de vez en cuando) yo diría que no les ha salido una película diferente, oscura y adulta por los pelos. El problema, creo, es que le han faltado muchos pelos ..
No comparto la opinión, que he leído, de que versionar cuentos (concretamente Blancanieves) se haya vuelto repetitivo y cansino. Si los mimbres son buenos, da igual que la historia nos la sepamos al dedillo: siempre resulta. Las leyendas, los cuentos infantiles (que al final no lo son tanto, porque la mayoría no fueron creados para niños) y las historias clásicas nunca son mala base para un guion si el giro que les dan es interesante. Hay miles de formas de ver una misma historia y todos ellos, bien narrados, nos hacen revivirla como si fuera nueva. Blancanieves y el Cazador, de entrada, acierta de lleno en ambientación (gótica), fotografía (magnífica) y efectos digitales (salvo algunas pifiadas alucinantes, como esos duendecillos-alien o esa serpiente de trapillo verde que parece recién sacada de Fragel Rock), sin embargo, falla estrepitosamente hacia la mitad, como si en un momento dado tropezara y fuera incapaz a partir de ahí de dejar de dar botes sin ningún tino hasta que termina (ese final, extraño, donde nadie parece saber qué hacer con lo que le ha tocado y uno se queda como pensando “creo que va a pasar algo”, pero lo único que pasan son los títulos de crédito).
En mi tierra, como en todas, cuando decidimos hacer un cocido, no terminamos haciendo una tortilla (básicamente porque con los ingredientes, por mucho que le demos vuelta a la perola, no nos sale). Pues aquí pasa igual: empiezan con un buen pescado y terminan queriendo hacernos comer una tarta de chocolate con lacitos de caramelo. Pues no sale, señores, sólo sale acidez de estómago cuando quiero digerir a la buena de Kristen, que si me la colocan junto a un actor de talla media-media alta, la pobre, desaparece engullida y regurgitada. Charlize se la merienda, Hermsworth se la merienda .. hasta la serpiente de trapillo se la merienda, porque tiene más registros en sus dos segundos de pantalla que nuestra (ay, mamá) princesita guerrera, ergo Juana de Arco, ergo Neo.
(sigo en el spoiler, sin demasiado spoiler)
No comparto la opinión, que he leído, de que versionar cuentos (concretamente Blancanieves) se haya vuelto repetitivo y cansino. Si los mimbres son buenos, da igual que la historia nos la sepamos al dedillo: siempre resulta. Las leyendas, los cuentos infantiles (que al final no lo son tanto, porque la mayoría no fueron creados para niños) y las historias clásicas nunca son mala base para un guion si el giro que les dan es interesante. Hay miles de formas de ver una misma historia y todos ellos, bien narrados, nos hacen revivirla como si fuera nueva. Blancanieves y el Cazador, de entrada, acierta de lleno en ambientación (gótica), fotografía (magnífica) y efectos digitales (salvo algunas pifiadas alucinantes, como esos duendecillos-alien o esa serpiente de trapillo verde que parece recién sacada de Fragel Rock), sin embargo, falla estrepitosamente hacia la mitad, como si en un momento dado tropezara y fuera incapaz a partir de ahí de dejar de dar botes sin ningún tino hasta que termina (ese final, extraño, donde nadie parece saber qué hacer con lo que le ha tocado y uno se queda como pensando “creo que va a pasar algo”, pero lo único que pasan son los títulos de crédito).
En mi tierra, como en todas, cuando decidimos hacer un cocido, no terminamos haciendo una tortilla (básicamente porque con los ingredientes, por mucho que le demos vuelta a la perola, no nos sale). Pues aquí pasa igual: empiezan con un buen pescado y terminan queriendo hacernos comer una tarta de chocolate con lacitos de caramelo. Pues no sale, señores, sólo sale acidez de estómago cuando quiero digerir a la buena de Kristen, que si me la colocan junto a un actor de talla media-media alta, la pobre, desaparece engullida y regurgitada. Charlize se la merienda, Hermsworth se la merienda .. hasta la serpiente de trapillo se la merienda, porque tiene más registros en sus dos segundos de pantalla que nuestra (ay, mamá) princesita guerrera, ergo Juana de Arco, ergo Neo.
(sigo en el spoiler, sin demasiado spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La historia que nos quieren narrar es buena, es interesante y resulta muy bien al inicio, pero por el camino parecen percatarse de que como se titula Blancanieves hay “gadgets” que hay meter, aunque sea a machete: 1 príncipe (desgraciado tipo éste, toda la vida con trauma y cuando recupera a su amada, le aparece con Thor), varios enanos (fumadísimos, por cierto, y que han visto demasiadas veces Matrix, que al final van a lograr que la odie, de verdad, os lo juro), bosquecillo Disney (con Tambor, hadas, pajarillos rellenos de gente –qué asco, por Dios-, la serpiente de trapillo, que provocó unos de los momentos más hilarantes en mucho tiempo), final de cuento (¿tengo mente calenturienta o esa corona provoca orgasmos? Ya me dirán cuando la vean..) y beso resucitador (curioso giro argumental).
En fin, algo decepcionante. Aunque no le quito el valor que tiene: dos grandes personajes bien interpretados (la madrastra y el cazador) ya que el resto son planos del todo, la acción habitual de las grandes gestas made in Hollywood, momento épico tronchante (con discurso para “arengar a los hombres” escrito tras una buena dosis de marihuana) y paisajes asombrosos, bellísimos. También buena música, porqué no.
Les diré que la chica que tenía a mi derecha le “superencantó”, se le hizo corta y Kristen le pareció de Óscar. Tengo que pedirle su medicación. De verdad. No puedo seguir viendo películas con este talante.
NOTA: el resto del planeta SI vemos obras de arte como la Princesa Mononoke, señores americanos. Y esto no es un homenaje, muchachos, es un plagio en toda regla (hasta el pueblo de mujeres, hay que j…). El caballo blanco, de Atreyu, demasiado para el cuerpo. Y el iluminado de Bob Hopkins, ciego, casi mejor que el momento-serpiente.
En fin, algo decepcionante. Aunque no le quito el valor que tiene: dos grandes personajes bien interpretados (la madrastra y el cazador) ya que el resto son planos del todo, la acción habitual de las grandes gestas made in Hollywood, momento épico tronchante (con discurso para “arengar a los hombres” escrito tras una buena dosis de marihuana) y paisajes asombrosos, bellísimos. También buena música, porqué no.
Les diré que la chica que tenía a mi derecha le “superencantó”, se le hizo corta y Kristen le pareció de Óscar. Tengo que pedirle su medicación. De verdad. No puedo seguir viendo películas con este talante.
NOTA: el resto del planeta SI vemos obras de arte como la Princesa Mononoke, señores americanos. Y esto no es un homenaje, muchachos, es un plagio en toda regla (hasta el pueblo de mujeres, hay que j…). El caballo blanco, de Atreyu, demasiado para el cuerpo. Y el iluminado de Bob Hopkins, ciego, casi mejor que el momento-serpiente.