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Voto de billywilder73:
10
Terror. Intriga En un pequeño pueblo de Maine, estalla de repente una violenta tormenta que termina tan bruscamente como comenzó. Entonces surge una espesa niebla que va entrando en casas y supermercados, atrapando y matando a todos los que se ven envueltos por la oscuridad. (FILMAFFINITY)
1 de agosto de 2018
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando estaba a punto de dejar caer el cuchillo sobre su hijo, el ángel del Señor le dijo: “no le hagas nada a tu hijo, ahora sé que me eres fiel”
La niebla suena a excusa barata para seguir maltratando el cine, una de esas películas de terror para cubrir el expediente con cupos de entrada media – sobados y parejas que buscan gritos y oscuridad cómplice.
Pero Frank Darabont es un tipo inteligente, un director de cine con mayúsculas y con el guión y la dirección de La niebla se luce mejorando el original de Stephen King - dándole incluso un final más reflexivo, coherente y definitivo – y demostrando la estupidez de Lucas por despreciar su guión para la cuarta entrega de Indiana Jones.
La niebla es una obra maestra, una joya, una increíble sorpresa que no hay que dejar escapar bajo ningún concepto. Su atmósfera – como en la película su niebla - te atrapa y ya no te deja escapar.
El terror a lo desconocido, a lo que surge de la nada y no se puede entender – como apuntaba Monstruoso, otra gran película -, el tránsito de la pura cotidianidad a la locura extrema que desarma, en fin, el miedo a la muerte.
Porque La niebla habla de nuestro miedo a la muerte, miedo ancestral y antropológico, y sus consecuencias sociales – que inventemos un Dios, que fundemos religiones y que bajo su sombra saquemos lo mejor y lo peor del hombre -. La niebla destripa verdades, el miedo a la muerte genera desesperación y hace que te agarres a un clavo ardiendo, por eso la película tiene marchamo existencialista, por mucho que racionalicemos o recemos no estamos en condiciones de obtener respuestas y pasará lo que tenga que pasar, el hombre no es el centro del mundo lo es la casualidad.
La coherencia de La niebla – muestra de un guión excepcional – es la clave de su genialidad, cuando el recurso fácil apunta a la crítica del fenómeno devoto, la película se desmarca y las predicciones de la santera se cumplen una por una, la virgen Marcia Hayden como Nostradamus no tiene precio, siempre acierta, como si realmente alguien moviera los hilos desde ahí arriba – el bicho no le pica, anuncia que tras el primer sacrificio esa noche dormirán tranquilos y se cumple, su asesino es el primero en morir en la huída final y lo peor, que es lo mejor, lo más memorable, el terrible sacrificio del protagonista termina con el infierno.
Los monstruos son creíbles, insectos y cefalópodos tamaño “big mac” pero que mantienen un deja vu que consigue que no los rechacemos por imposibles.
Los personajes tienen capas, evolucionan a lo largo de la película. Los que consideran que es una locura huir terminan huyendo demostrando la lógica de relojero suizo del guión existencial que cuenta que lo racional es relativo y que todo es cuestión de tiempo.
La primera vez tuvo piedad, en La niebla esta vez el ángel no detiene a Abraham porque el Dios cabreado ya no perdona al hombre de sus pecados. Esta vez habrá sangre, la sangre de Isaac.
billywilder73
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