Normalmente, cuando me pongo una peli por la noche, despues de cenar, al rato me entra una modorra que no puedo evitar caer unos minutos en brazos de Morfeo. Bueno, pues con ésta ha sido imposible; aun conociendo el final (es lo que hay cuando la peli se basa en hechos históricos) la sucesión de imágenes y, sobre todo, la banda sonora te hace estar atento a la pantalla para no perder detalle. La elección del tipo de música (heavy/rockera, la clásica compuesta por Lluis Llach, caotica otras veces) en función de la escena es sublime.
Me ha emocionado sobre todo la ultima media hora, la que corresponde a la madrugada de la vela antes de la ejecucion, donde la tension se podia coger a paladas.