Los primeros 130 minutos de este film es buen cine marca Tarantino, y tan solo por ellos... vale la pena su visionado.

Los tres protagonistas principales bordan sus papeles, y en especial, el duelo psicológico de personalidades entre Foxx y Dicaprio, un esclavista frente a un negro que lo odia y no le trata con respeto, es un plato delicioso de paladear. Y qué decir de S.L. Jackson metido hasta el fondo en su personaje de negro esclavista dominante, "emblanquecido amo sureño", dandole los tics que nos hagan odiarle...

Buena ambientación, y buen score fiel al espíritu spaghetti-western marca de la casa (la mezcla con hip-hop son dislates que ya no nos asustan de nuestro amigo realizador, igual que las consabidas explosiones de sangre-dinamita que sacuden cuerpos de personas y animales, como si siempre se estallara una arteria no importa dónde se dispare, otra marca distintiva y que bien reconocen los fans de este "Tarántula" de la acción).

Por desgracia, y como detallo en el spoiler, a media hora del final el guión manda todo por el váter. Lo que estaba siendo un ejercicio con estilo pero también con sentido y solidez se convierte en un disparate y el film experimenta un bajón enorme, como si Tarantino se hubiera visto de pronto incapaz de rematar la faena, privado de lucidez y de ingenio, y le hubiera asaltado su peor vena bizarra y el tren le descarrilara sin ninguna elegancia ni coherencia.

Muchos han dicho que es una copia del estilo de "Malditos Bastardos", sobre todo por su final de excesos... lógicamente éste hombre debe tener un bucle con las mismas ideas en la cabeza y eso es bueno, y es malo, al mismo tiempo: el veneno que inyecta puede acabar matántole por exagerado y despiadado sin control, pero creemos que puede ser capaz de mejores cosas este maestro en muchas escenas, a poco que piense mejor, antes de clavar el aguijón...

En fin, no creo que gane el Oscar a la mejor película, aunque no deja de ser entretenida e interesante, pero no creo que los academicistas americanos puedan asimilar este estilo desmadrado, por mucho que su país sea un reflejo más fiel de ese estilo de lo que ellos mismos sean capaces de reconocer...