Prefiero no centrarme en las comparaciones con el juego de Namco, que es su fuente, y que ya lo hacen otros "más expertos" que yo en esos asuntos de jugones (aunque yo tambien tuve mi época de enviciada, por Dios; el juego es genial), y mejor analizar la cinta libremente desde las impresiones de un espectador objetivo.
Resulta patente que existe un esfuerzo por presentar un producto sólido, espectacular y lleno de acción, pero la cinta cae víctima de su propio ritmo. No esperamos un guión original y llamativo que envuelva la acción como el papel de un caramelo, porque ya sabemos cómo se las gastan los guionistas de este tipo de historias, solo es vestir un poco las escenas de acción para intentar darles un poco de sentido. Pero honradamente todo esto se pudo hacer un poco mejor, dar más tiempo a que los personajes desarrollen su personalidad y matizar los actos buenos o malos que cometen... pero no, no hay tiempo para esas cosas. Todo es musica estridente, luces, acción desenfrenada.
El protagonista, Jon Foo, aunque no desagrada (resulta competente para las escenas de acción), interpretando es harto soso y le falta más expresión y espontaneidad; de todas formas para mi gusto, el muchacho es lo más destacable de una cinta indicada para palomitas y coca-cola y pasar hora y media ociosamente tumbado en el sillón. He dicho.