Segunda parte de una franquicia tiburonil sobrevenida casi veinte años después. Y trata de repetir en todo a la primera, aunque con menos suerte.

No tendremos a la inquietante y sugerente Saffron Burrows, sustituida por Danielle Savre, la cual será explotada en escenas de voyeurismo de vestuario; así cuando ella rescata a un chico del agua, solo veremos a ella quedarse en paños menores al cambiarse de ropa. Otro momento es cuando al ponerse el traje de neopreno, se sube la cremallera no demasiado, de hecho se la baja, para mostrarnos un generoso escote. Tampoco tenemos a Samuel L. Jackson, sino a su versión de Hacendado y como Thomas Jane a un clon de poca personalidad y nulo talento.

La película es una mezcla de "Parque Jurásico", por eso de llevar especialistas científicos reclutados a un lugar misterioso, algo de "Piraña" y por supuesto, la original "Deep Blue Sea", ala que homenajeará con la repetición de varias escenas como la de las piscina interior y el tiburón comilón.

No está tan mal, comparándola con todas las porquerías que hemos visto en los últimos años. Tiene ese aire noventero tan agradable...