No sabemos si "Just my Luck" era para adolescentes, lo que sí sabemos es que no era para adultos y, también, que cabe una mínima pero, al mismo tiempo, enorme posibilidad de que haya sido escrita por un grupo de niñas de 11 años.

Ashley, (Lindsay Lohan), es una jóven con mucha suerte, enserio, con literal suerte, que vive una vida feliz y no muy madura vida en la ciudad de Nueva York: el cielo se despeja con su llegada, los billetes se le pegan al zapato, gana la lotería con la misma facilidad con la que cualquier selección de fútbol le gana a San Marino y usa la ropa más cara del placard de Sarah Jessica Parker. Ah y a pesar de ser muy joven para trabajar en el puesto jerárquico de una compañía de relaciones públicas, ella lo consigue, todo gracias a su azarosa y dichosa reunión con un magnate de la música.

Paralelamente, Jake, (Chris Pine), tiene toda la mala suerte del mundo: llueve cuando sale, se encuentra un dólar pero está cubierto de excremento de perro, sus pantalones se rompen, (los debe haber comprado en Coto), y estropea todo a su alrededor.

Y es así como todo se maneja a través de esa lógica simple: él tiene una exagerada mala suerte y ella una hiperbólica buena suerte; desde ese punto de partido se arruina todo, no parece nada divertido ver lo mismo repetido durante toda la película: si uno tiene suerte, el otro no. Admito que haber incorporado a McFly y Faizon Love fue una gran elección, sin embargo, eso no alcanza para que esta película funcione. Todo la coherencia es de aura fabulístico pero tremendamente forzada, más que una moraleja, esto te deja un regaño migrañoso.

Lo peor es que hasta estéticamente la película coincide con una descripción de guionistas que imploran en sus fantasías: se presenta ropa de moda, la parte más lujosa de Nueva York, fiestas opulentas. un millonario que es el hijo entre Brad Pitt y Jude Law, (¿en serio?), herraduras, gatos negros, escaleras, paraguas, saleros y monedas callejeras.

Lo que diferencia a otras cintas de este mismo estilo, como "Miss Simpatía" o "Si yo Tuviera 30", es que mínimamente en ellas, los cambios en la protagonista eran creíbles y, por cierto, las actuaciones de Bullock y Garner eran mejores: Lohan en esta película hace un papel penoso, sus intervenciones se asemejan a la familia Caniggia y su reality en MTV, viven en una burbuja; la trama de la cinta no ayuda tampoco, todo su romance se basa en besos y sus diálogos son acartonados, (se repite la palabra "suerte" como veinte veces).


En definitiva: ¿Te gustó "Monte Carlo" a pesar de no tener lógica? ¿Te gustó que salieran príncipes azules? ¿Te gustó París? Pues, bueno, aquí obtendrás algo similar, sólo que en Nueva York, con Chris Pine y con supersticiones e ilusiones fairytale.

Calificación: 3.6/10