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España España · Asturias
Voto de Xano:
8
Thriller. Acción. Drama Batman/Bruce Wayne (Christian Bale) regresa para continuar su guerra contra el crimen. Con la ayuda del teniente Jim Gordon (Gary Oldman) y del Fiscal del Distrito Harvey Dent (Aaron Eckhart), Batman se propone destruir el crimen organizado en la ciudad de Gotham. El triunvirato demuestra su eficacia, pero, de repente, aparece Joker (Heath Ledger), un nuevo criminal que desencadena el caos y tiene aterrados a los ciudadanos. (FILMAFFINITY) [+]
5 de octubre de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo el objetivo de Cristopher Nolan las nuevas aventuras del justiciero enmascarado de Gotham City intentaron alejarse en la medida de lo posible de ese tono de cómic juvenil que la anterior saga, Dios la tenga en su gloria, terminó por explotar hasta límites bastante patéticos. El riesgo (supongo que calculado) de dotar a sus películas de un pretendido realismo mucho mayor del que hasta ese momento había tenido el personaje, enmarcando sus aventuras en un contexto perfectamente reconocible por el público, le hacía caminar con paso titubeante por esa delicada línea que puede convertir la trama en una buena historia sobre gánsters y misteriosos héroes con antifaz o, por el contrario, en una broma delirante sobre un multimillonario con traumas psicológicos severos que se enfrenta a criminales y capos de la mafia vestido de murciélago gigante. En el anterior título conseguía su objetivo, si bien Batman Begins era una película que, pese a diferenciarse notablemente de anteriores versiones del alter ego de Bruce Wayne, no se alejaba tanto del espíritu original del personaje. El Caballero Oscuro es otra cosa muy distinta: en ésta ocasión Nolan apuesta por un realismo aún más acusado despojando la historia de (casi) todos aquellos elementos que la puedan convertir en una adaptación más del mundo de los héroes enmascarados (ahí está esa ciudad exenta de cualquier estética gótica o tenebrista), si bien es inevitable que ambas realidades coexistan en un momento u otro de la película. La ausencia de estridencias cada vez que el protagonista hace su aparición con el traje de faena, mientras matones que en cualquier otra película se reirían a mandíbula batiente de semejante chiflado huyen aterrorizados, es una buena muestra de lo bien que el director logró conducir su película por los vericuetos que a él le interesaban. La irresistible caracterización del antagonista del filme, ese Jocker desquiciado, maquiavélico y terrorífico, que navega a la perfección entre la demencia y el esperpento granguiñolesco, es sin duda alguna otro ejemplo más de ese equilibrio casi perfecto y una de las mejores bazas con las que juega una película dinámica y espectacular, quizá demasiado enrevesada por tanta vuelta de tuerca, pero realmente asombrosa en su capacidad para entretener al público con una emocionante historia que vuelve a poner sobre la mesa el eterno debate entre el bien y el mal, la justicia y la venganza, el orden y el caos…

Lo mejor: el Jocker y la interpretación del Heath Ledger
Lo peor: le sobra algo de metraje
Xano
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