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España España · Asturias
Voto de Xano:
6
Drama. Intriga. Romance Ana (Manuela Vellés) y su mejor amiga Linda (Bebe) comparten el piso que una mecenas de jóvenes talentos tiene en Madrid, y donde también se refugian otros aspirantes a artistas, entre ellos un chico saharaui y un anglosajón. Antes de llegar a la capital, Ana vivía con un padre hippy, en Ibiza, donde trabajaba de camarera. (FILMAFFINITY)
4 de octubre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mayor fracaso crítico, comercial, artístico y personal de Julio Medem, a tenor de la depresión que el director vasco sufrió por el despiadado linchamiento (es que en España somos así) de la que él creía la obra más íntima e introspectiva de su filmografía, se revela con el paso del tiempo, y contra todo pronóstico, como una película bastante menos intragable, vacía y pretenciosa de lo que parecía ser en un principio, si bien es cierto que hacen falta grandes dosis de paciencia y muy pocos prejuicios para digerir de buen grado éste cuento neofeminista con toques de espiritualidad new age, hippismo y filosofía oriental.
La historia de Ana, el último eslabón de una serie de mujeres que han muerto asesinadas violentamente a manos del machismo, es la historia del espíritu reencarnado de la feminidad creadora que a través de los siglos, de las épocas y de las fronteras, se ha visto aplastado por el agresivo patriarcado dominante en prácticamente todas las culturas de la tierra. La dicotomía es simple (para Medem): la feminidad es creadora, se reencarna, muere pero vuelve a nacer, cae pero se vuelve a levantar y genera vida; por el contrario, la masculinidad es agresiva, dominante y destructora, simboliza la guerra, la violencia y la muerte. Ambos conceptos se enfrentan y entrelazan a lo largo de la historia, haciendo que ésta avance. Ana es una metáfora, un símbolo, no un personaje, y el mundo en el que vive, sus peripecias, sus aventuras, una mera abstracción que sirven para transmitir una idea muy concreta. Creo que la única manera de disfrutar de Caótica Ana es entenderla como un cuento de corte espiritual y no pararse a hacer lecturas pretendidamente serias o realistas de una historia que no deja de ser pura metafísica new age. Al menos así lo veo yo. Ahora que cada cual haga la lectura que más le convenza. Interesante película, a pesar de todo.
Xano
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