Sigo siendo fanático de “Star Wars”. El episodio IV, V y VI marcaron mi infancia y adolescencia. Ya siendo adulto y después de haber visto cientos de películas, la trilogía original sigue estando entre las más emotivas y emocionantes sagas que me ha tocado ver. Después de los episodios I, II y III, la decepción comenzó a crecer en mí, pero aún me negaba a dejar de lado e ignorar lo que décadas antes se había construido.

Ya en pleno siglo XXI, la franquicia se ha extendido, tanto como el infinito universo. Ese no es el problema, ya que acorde a los tiempos que vivimos el mercado debe sostenerse y en este caso, apelando a la nostalgia y aprovechándose de los millones de fanáticos que veíamos con esperanza las nuevas apuestas cinematográficas.

“El despertar de la fuerza” fue el comienzo del fin. Algo que se veía venir desde aquella infantil y poco conectada “Amenaza fantasma”. Sin dudas el episodio VIII, es de lo peor que se ha hecho. No tengo ninguna duda que estará entre lo más malo que va del 2017, con todo lo que ello conlleva. Sin duda, tiene que ver con las expectativas, pero cuando uno ha visto tantas películas, sabe qué esperar y sabe además diferenciar entre un buen producto y uno malo.

No existe en el episodio VIII, ningún momento que conecte emocionalmente al espectador con las sensaciones que provocó y provoca ver la trilogía original. Y siendo aún más objetivo y desde lo netamente cinematográfico, la película estrenada recientemente es una verdadera basura. Un guión de lo más malo que he visto, unas actuaciones lamentables, personajes sobrantes y sin ninguna trascendencia, escenas que realmente dan vergüenza ajena.

Ver a Luke deteniendo ataques de los AT-AT o a Leia volando en el espacio y regresando a la vida es realmente un insulto a cualquier persona que aprecie el buen cine. Ningún fanático de la saga con sentido común podría aprobar semejante despropósito.

“Star Wars: The last Jedi” es sin duda horrible, terrible y sin exagerar malísima. Es además, Inconexa, desconocida, dispersa, innecesaria, inútil y excesivamente larga para tan poco. No emociona ni entretiene, no motiva ni entusiasma. Para aquellos que aún sueñan con tiempos mejores y aquellos que aún mantienen la esperanza, solamente me queda decirles “que la fuerza los acompañe”. Nota 2/10.