He de reconocer que me gustan los dramas carcelarios pero este es sin duda mi preferido. Todos los estereotipos de este género están aquí mejor representados que nunca, los malos son muy malos y los buenos son adorables. Pero lo que más me fascina de esta maravillosa película es su ritmo narrativo donde Morgan Freeman destaca con luz propia. No solo Freeman está genial, no imagino a nadie como Tim Robbins para el papel principal y el resto los secundan a la perfección. Una película redonda. No me gusta escribir críticas recién veo las películas, me animé a escribir esta después de haberla visto cuatro o cinco veces durante veinte años. Y cada vez que la veo me gusta más.