Si tuviese que juzgar el 99% inicial de la película, creo que sin dudar le pondría un 10. Sin perdón es un western como no recuerdo otro. Es diferente por una historia que se complica bastante más que en un western normal, en la que los buenos y los malos se confunden y el gris domina sobre el blanco y el negro. Pero además porque juntar a Clint Eastwood, Gene Hackman, Morgan Freeman y Richard Harris en una película asegura que los personajes añadan mucho a la trama.
Lo que decía, hasta casi el final estaba viendo el mejor western que había visto nunca y puede que incluso con el final incluido aún mantenga esa categoría.
Pero al final Clint volvió a ser Clint y para mí desmereció la película con unas últimas escenas que no se merecían ser grabadas y un desenlace que, de ser otro diferente, habría dejado una película casi perfecta.
Aún así, vale mucho la pena verla, tanto si te gustan las películas de vaqueros como si no.