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Voto de cineartealma:
5
30 de marzo de 2016
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tanto a este remake dirigido por Kimberly Peirce (gran directora que nos ofreció hace unos años la poderosísima Boys Don't Cry) como a la cinta original de Brian De Palma (adaptación de la novela de Stephen King) les falta sobriedad para dotar la historia de Carrie ya no sólo de mayor seriedad sino de una crueldad más inflexible.
¿En que fallan ambas adaptaciones? Pues en que los personajes que se nos muestra no poseen el suficiente grado de complejidad para que podamos creer en ellos, están estereotipados y resultan superficiales. Los conflictos que vive la protagonista (acoso escolar, poderes telequinéticos, madre fanática religiosa y esquizofrénica que la maltrata psicológicamente...) están tratados con frivolidad. Ambas películas desaprovechan un material magnífico, una historia original y potente.
¿En que fallan ambas adaptaciones? Pues en que los personajes que se nos muestra no poseen el suficiente grado de complejidad para que podamos creer en ellos, están estereotipados y resultan superficiales. Los conflictos que vive la protagonista (acoso escolar, poderes telequinéticos, madre fanática religiosa y esquizofrénica que la maltrata psicológicamente...) están tratados con frivolidad. Ambas películas desaprovechan un material magnífico, una historia original y potente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A la adolescente protagonista le baja su primera menstruación en las duchas del instituto (algo que resulta poco creíble porque la actriz que lo interpreta parece ya crecidita para eso, pero bueno) y al no saber lo que significa (nadie le ha hablado nunca de ello) sufre un ataque de pánico pues cree que se está desangrando. Pide ayuda a sus compañeras y éstas no sólo se ríen de ella sino que la insultan y humillan arrojándole tampones y compresas. La escena, pudiendo haber sido brutal, se queda en una simple tontería, y Chloë Moretz está totalmente sobreactuada.
He visto a esta actriz en otras películas y casi siempre me ha gustado (su actuación en el remake de Déjame Entrar me encantó), pero en Carrie peca de una más que evidente sobreactuación. Esto, entre otros fallos del filme, resta credibilidad al personaje y a la historia.
Le pongo un 5 por los siguientes tres motivos:
1- Una mórbida Julianne Moore logra encender la película. Su personaje, aunque algo histriónico, resulta impactante. Consigue crear un ambiente verdaderamente aterrador y enfermo, y conseguir esto no es nada fácil. Que esté tan jodidamente loca no sólo consigue aterrar, sino que se entienda por qué su hija arrastra semejantes traumas. Actuación como una catedral.
2- La escena en la que a la protagonista le vierten la sangre encima y se realiza su transformación es grandiosa, casi diría que inmejorable. La facha que se le queda (espectacular el maquillaje), la encendida ira que se desata en ella, la inclemencia de sus agresiones, sus brazos moviéndose cual diva de la ópera al ejecutarlas... siendo honesta, resulta excitante.
El ardor enloquecido que transmite el personaje junto con la puesta en escena, resulta brillante. Aquí Kimberly Pierce dirige con mucha firmeza y pasión. En la propuesta de Bryan De Palma no hay ni un 15% de esta furia.
3- Su cartel cinematográfico es elegante a la par que incendiario.
He visto a esta actriz en otras películas y casi siempre me ha gustado (su actuación en el remake de Déjame Entrar me encantó), pero en Carrie peca de una más que evidente sobreactuación. Esto, entre otros fallos del filme, resta credibilidad al personaje y a la historia.
Le pongo un 5 por los siguientes tres motivos:
1- Una mórbida Julianne Moore logra encender la película. Su personaje, aunque algo histriónico, resulta impactante. Consigue crear un ambiente verdaderamente aterrador y enfermo, y conseguir esto no es nada fácil. Que esté tan jodidamente loca no sólo consigue aterrar, sino que se entienda por qué su hija arrastra semejantes traumas. Actuación como una catedral.
2- La escena en la que a la protagonista le vierten la sangre encima y se realiza su transformación es grandiosa, casi diría que inmejorable. La facha que se le queda (espectacular el maquillaje), la encendida ira que se desata en ella, la inclemencia de sus agresiones, sus brazos moviéndose cual diva de la ópera al ejecutarlas... siendo honesta, resulta excitante.
El ardor enloquecido que transmite el personaje junto con la puesta en escena, resulta brillante. Aquí Kimberly Pierce dirige con mucha firmeza y pasión. En la propuesta de Bryan De Palma no hay ni un 15% de esta furia.
3- Su cartel cinematográfico es elegante a la par que incendiario.