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Voto de Diego García Hojas:
8
6,7
7.901
Thriller
Después de que el robo chapucero de un banco acabe con su hermano pequeño en prisión, Constantine Nikas (Robert Pattinson) se embarca en una odisea a través del mundo subterráneo de la ciudad en un intento, tan desesperado como peligroso, por conseguir el dinero de la fianza para poder sacar a su hermano de la cárcel. (FILMAFFINITY)
26 de septiembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los hermanos Safdie nos cuentan una historia cruda y, a su vez, hecha con mimo.
La película comienza con Nick, un chico con deficiencia mental, que está en una sesión con su psicólogo. Cuando parece que está abriendo una puerta dolorosa, entra abrúptamente su hermano Connie, interpretado por Robert Pattinson. Esto puede parecer un simple giro argumental o una manera de entrar en acción, pero es una representación de la necesidad que tiene Nick de huir de esta situación. Y sí, el 90% de la película es llevada por Connie, pero el verdadero protagonista es Nick, al menos si nos guiamos bajo el hecho de que el protagonista es aquel que sufre un arco de transformación. Argumentaré esta afirmación en la zona de Spoilers.
Durante esta obra ocurren varias situaciones caóticas que no siempre tienen una razón de continuidad narrativa, sino que ofrecen una visión de cómo Connie se desenvuelve en el mundo. Es por ello que algunos momentos pueden confundir al espectador, ya que no tienen otra labor más allá que la de ejemplificar esta visión.
La interpretación de Robert Pattinson, quien a pesar de no ser el protagonista, lleva sobre sus hombros todo el peso de la película, es excelente. No solo te convence de que ese personaje es real, sino que ayuda al espectador a comunicarse y aceptar el mundo al que nos lleva la película. El resto de personajes ofrecen una muy buena actuación, pero Connie es el constante de la película, por lo que si la actuación del actor es buena o mala se hace más notable.
El trabajo de la cámara busca ofrecer constantemente una visión cerrada de los personajes y el mundo cercano a su alrededor. Lo que sucede más allá de ellos no es mostrado intencionadamente, para que de esta forma enfoquemos nuestra atención en los personajes y sus intereses. Esta manera de trabajar favorece la integración del espectador en los sucesos que acontecen.
El ritmo de la edición varía según lo que esté ocurriendo, pero no desentona con la obra en general, pues al fin y al cabo estamos viviendo poco más de un día en la vida de los dos hermanos. El frenetismo y la necesidad de correr son palpables constantemente, incluso en los momentos más calmados. La película no te permite bajar la guardia, pues Connie nunca lo hace.
La película comienza con Nick, un chico con deficiencia mental, que está en una sesión con su psicólogo. Cuando parece que está abriendo una puerta dolorosa, entra abrúptamente su hermano Connie, interpretado por Robert Pattinson. Esto puede parecer un simple giro argumental o una manera de entrar en acción, pero es una representación de la necesidad que tiene Nick de huir de esta situación. Y sí, el 90% de la película es llevada por Connie, pero el verdadero protagonista es Nick, al menos si nos guiamos bajo el hecho de que el protagonista es aquel que sufre un arco de transformación. Argumentaré esta afirmación en la zona de Spoilers.
Durante esta obra ocurren varias situaciones caóticas que no siempre tienen una razón de continuidad narrativa, sino que ofrecen una visión de cómo Connie se desenvuelve en el mundo. Es por ello que algunos momentos pueden confundir al espectador, ya que no tienen otra labor más allá que la de ejemplificar esta visión.
La interpretación de Robert Pattinson, quien a pesar de no ser el protagonista, lleva sobre sus hombros todo el peso de la película, es excelente. No solo te convence de que ese personaje es real, sino que ayuda al espectador a comunicarse y aceptar el mundo al que nos lleva la película. El resto de personajes ofrecen una muy buena actuación, pero Connie es el constante de la película, por lo que si la actuación del actor es buena o mala se hace más notable.
El trabajo de la cámara busca ofrecer constantemente una visión cerrada de los personajes y el mundo cercano a su alrededor. Lo que sucede más allá de ellos no es mostrado intencionadamente, para que de esta forma enfoquemos nuestra atención en los personajes y sus intereses. Esta manera de trabajar favorece la integración del espectador en los sucesos que acontecen.
El ritmo de la edición varía según lo que esté ocurriendo, pero no desentona con la obra en general, pues al fin y al cabo estamos viviendo poco más de un día en la vida de los dos hermanos. El frenetismo y la necesidad de correr son palpables constantemente, incluso en los momentos más calmados. La película no te permite bajar la guardia, pues Connie nunca lo hace.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Para poder explicar mi afirmación sobre por qué Nick es el protagonita real y no Connie, a pesar de ser quien lleva el peso de la película, he de hablar del final y lo que representa la obra en general.
La historia abre y cierra con Nick. Al principio, se intenta acceder a su interior de una manera que no le agrada, subrayando el hecho de que no le gusta la interacción con el resto de personas.
Cuando es encarcelado, no se siente cómodo y, debido a su falta de conexión con los demás, acaba recibiendo una paliza por un evento que él inicia.
Al final de la obra, es llevado por su abuela, quien recordemos no quería saber nada de ellos y había sufrido ataques de Nick, de nuevo con el psicólogo. Sin embargo, esta vez no está solo en una sesión, sino que es integrado en una clase llena de desconocidos. La encargada del grupo propone un ejercicio que favorece la externalización de los pensamientos sin necesidad de una conversación directa. Nick se mantiene firme y no participa, pero poco a poco acaba interactuando y perdiendo ese miedo e ira que le dominaban.
Con estas tres secuencas, las únicas que protagoniza durante toda la cinta, ha sufrido un cambio, su arco de transformación se ha completado, pero esto lleva a una cuestión, ¿cuál es el papel de Connie si no es el protagonista?
La respuesta puede no convencer a todos, pero él es un virus, una representación física de la ira y la necesidad de huir constantemente que tiene Nick. Es por ello que aparece súbitamente cuando Nick está a punto de abrirse con el psicólogo, lo que le lleva a acabar liberando su furia y frustración con el resto de presos y, cuando Connie desaparece, el momento en el que avanza y se transforma.
Por tanto, la película no es un vacío, sino una representación de cómo la constante huida y la ira no hacen más que promover un círculo vicioso que impide que la persona envuelta en él pueda descansar y necesite huir cada vez más.
La historia abre y cierra con Nick. Al principio, se intenta acceder a su interior de una manera que no le agrada, subrayando el hecho de que no le gusta la interacción con el resto de personas.
Cuando es encarcelado, no se siente cómodo y, debido a su falta de conexión con los demás, acaba recibiendo una paliza por un evento que él inicia.
Al final de la obra, es llevado por su abuela, quien recordemos no quería saber nada de ellos y había sufrido ataques de Nick, de nuevo con el psicólogo. Sin embargo, esta vez no está solo en una sesión, sino que es integrado en una clase llena de desconocidos. La encargada del grupo propone un ejercicio que favorece la externalización de los pensamientos sin necesidad de una conversación directa. Nick se mantiene firme y no participa, pero poco a poco acaba interactuando y perdiendo ese miedo e ira que le dominaban.
Con estas tres secuencas, las únicas que protagoniza durante toda la cinta, ha sufrido un cambio, su arco de transformación se ha completado, pero esto lleva a una cuestión, ¿cuál es el papel de Connie si no es el protagonista?
La respuesta puede no convencer a todos, pero él es un virus, una representación física de la ira y la necesidad de huir constantemente que tiene Nick. Es por ello que aparece súbitamente cuando Nick está a punto de abrirse con el psicólogo, lo que le lleva a acabar liberando su furia y frustración con el resto de presos y, cuando Connie desaparece, el momento en el que avanza y se transforma.
Por tanto, la película no es un vacío, sino una representación de cómo la constante huida y la ira no hacen más que promover un círculo vicioso que impide que la persona envuelta en él pueda descansar y necesite huir cada vez más.