Confieso que, durante años, me negué a ver esta película y sus otras dos partes. ¿Por qué? Cierta extraña propensión al "cine pequeño" me aparta de las grandes producciones. El responsable de que la haya visto, y revisto, ha sido mi hijo, que se ha empeñado en convertirla en una de sus películas de cabecera. En una familia de cinéfilos como la nuestra esto no es poca cosa. Así que me dispuse a verla y agradecí su insistencia porque estamos, de verdad y sin ojanas, ante una obra cumbre del cine, una obra maestra, una película extraordinaria o excelente, como anuncia mi votación. No hay que contar su argumento ni hay que hacer un repaso de sus personajes. A estas alturas de las críticas que hay en esta página, todas tan buenas y acertadas, incluso cuando no coinciden con las mías, casi todo está dicho. Baste dejar escrito que El Padrino película mejora al libro, que toda ella es una sinfonía cuyos acordes están perfectamente enlazados y que te sumerges, incluso cuando el dolor por la vida te atenaza, en un mundo que te hace olvidar lo malo...a pesar de que es un mundo de "malos".