Rusesell Crowe se mete a director y coguionista de esta mala película en la que el protagonista, interpretado por el mismo Crowe no cuenta lo inteligente que es, lo bien que le ha ido en la vida alardeando de unos lujos que para alguien pobre como yo me han parecido excesivos es como si fuera una película para ricos y sobre sus problemas teniendo una fortuna incalculable.

Además, nos intenta convencer de que tiene amigos y que eso es lo que mas le importa en la vida, eso sí, después de muchos años.

Muchos medios y caras conocidas para un mal guion, aparece Liam Hemsworth al que he visto hoy un rato en Independence Day: Contraataque. Se supone que es amigo del protagonista de cuando eran niños y se llevan 25 años.

La trama propone un juego absurdo de todo o nada y se mezcla con un intento de robo en la mansión del prota, y el se defiende con lo que sabe hacer, jugar al póker y marcarse un farol.
Un disparate todo que me dejo una sensación amarga de haber perdido mi tiempo viendo una película que tiene retales de otras y que plantea un tema que José Luis Garci ya hizo en su obra maestra: Volver a empezar