Decía hace poco Joss Whedon que no se había sentido tan agotado desde la época en la que tenía tres shows en el aire ('Buffy', 'Angel' y 'Firefly'). Es indudable que el cansancio del director es evidente en la película que adolece de varios defectos que la primera entrega no tenía. Donde aquélla se sentía fluida y dinámica, ésta pierde el rumbo en más de una ocasión y acaba con un desenlace precipitado.

No creo que el principal error de la película sea el haber incluido demasiados personajes. Al contrario, seguramente lo que más me gustó del film es el hecho de que Whedon supo dotar de cierto protagonismo a todos los superhéroes e incluso se reserva cameos para personajes secundarios que harán las delicias de los fans. Desde mi punto de vista, el gran defecto es no haber conseguido transmitir al espectador esa sensación de que la amenaza de Ultrón es global. Sin spoilear nada, lo cierto es que creo que la lucha contra el villano no está tan bien resuelta como en la primera película ya que aquí la narrativa pierde fuelle y en ocasiones no se vislumbra el verdadero peligro del cyborg.

Al respecto, creo que el hecho de usar tantos escenarios (el Congo, el Este de Europa, Corea) no ayuda a entender el verdadero plan de Ultrón y ahí se diluye parte del suspense o sorpresa de la película.

Sin embargo, las batallas, los brillantes y simpáticos diálogos de los personajes que sí se entienden muy bien y desprenden carisma y química, ayudan a que la película nunca aburra y sobreviva como una decente película de superhéroes. No es la mejor de Marvel (de hecho, 'Iron Man 3' y 'Capitán América 2' son mejores) pero resulta un placentero pasatiempo.