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España España · Madrid
Voto de dem331:
8
Drama En los años treinta Celestine (Jean Moreau), una joven parisina, entra a trabajar como doncella en casa de una familia aristocrática en Normandía. Su presencia alterará la vida de los excéntricos residentes de la mansión. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2010
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como en Tristana, Buñuel toma una obra de finales del siglo XIX, en este caso de Mirbeau, y la traslada a la década de 1920. Mantiene la feroz crítica de la burguesía y de las clases inferiores, y la refuerza con un ataque a los movimientos políticos totalitarios del siglo XX.

No veo yo mucho surrealismo en esta cinta, si no un simbolismo que enmarca una sociedad inmovilista. Así, los burgueses están encarcelados en sus propias casas, con numerosas tomas a través de las verjas, murallas o cancelas que guardan sus terrenos, y no tienen prácticamente movilidad, siempre encerrado en sus habitaciones, jugando al solitario, limpiando ornamentos, o mirando álbumes de fotos, en un ambiente claustrofóbico. Quizá el único toque surrealista sea la aparición de distintos animales durante la película: un jabalí, un conejo, hormigas, el ganso que mata Joseph, los caballos, los caracoles, y la mariposa a la que dispara Monsieur Rabour.

A pesar de la feroz crítica de la sociedad, Buñuel muestra cierta compasión hacia los personajes burgueses. Rabour es quizá el más simpático de ellos, con su fetichismo (botas). El Capitán Mauger también suscita cierta simpatía, a pesar de su desprecio hacía la mujer de clase inferior que utiliza para que sacie sus deseos básicos (sexo y comida). Madame Monteil, aunque reprimida y desagradable, también tiene momentos de bondad con los sirvientes, y Buñuel nos muestra en parte las causas de su represión en la conversación que mantiene con el cura, que le aconseje contra cualquier placer sexual. Monteil (Piccoli) es realmente asqueroso, con sus deseos sexuales incontrolados, que le llevan a abordar a la camarera mayor cuando es rechazado por Celestine, pero a pesar de todo uno lo compadece por la situación que vive con su mujer. En resumen, parece como si Buñuel nos estuviera demostrando que ellos son también prisioneros de la sociedad. Además el personaje realmente desagradable es Joseph con su extremismo político, prejuicios antisemíticos, y seguridad en sus creencias fascistas (orden, religión, sistema de clases sociales, ejercito).

Entre todos estos personajes definidos de la burguesía y de la servidumbre rural ambula la ambivalente Celestine. Cuando llega en el tren en las largas tomas iniciales observa este mundo desde fuera, luego se sumerge en el. No sabemos muy bien por que ha llegado hasta allí ni cuales son sus motivaciones. Hace halagos de una maestría, una confianza, al eludir los avances de todos los personajes masculinos, y se muestra como una persona individual y capaz de sobreponerse a la atosigante sociedad que le rodea.

Magnífico trabajo de Jeanne Moureau, grandísima y bellísima fotografía en blanco y negro, un filme realmente espectacular.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
dem331
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