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España España · Málaga
Voto de Mac Nagy:
10
Drama Lola, una cantante de cabaret, seduce al señor von Bohm, un delegado de urbanismo. Al honrado funcionario se le plantea un grave conflicto moral cuando descubre que el cabaret es la tapadera de un burdel y las cantantes, prostitutas. Se inspira en 'El ángel azul' de Josef von Sternberg y forma parte de la trilogía de Fassbinder sobre la Alemania de la posguerra junto con 'El matrimonio de Maria Braun' y 'La ansiedad de Veronika Voss'. (FILMAFFINITY) [+]
5 de diciembre de 2014
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El término “autor”, utilizado frecuentemente para referirse a determinados cineastas alcanza el sentido completo cuando uno visiona una película de Rainer Werner Fassbinder. La genialidad y el estilo del director alemán se pone de manifiesto desde el primer fotograma de cada una de sus películas, sin que “Lola” resulte una excepción. Desde el comienzo de la película uno se siente preso de un magnetismo brutal, de una necesidad urgente de conocer a los personajes, y de identificar la naturaleza humana que, para bien o para mal, rebosa en todos ellos. Oscuridad, iluminación en tonos verdes, rojos y malvas, diálogos en los que los que se manipulan compulsivamente objetos, y personajes cuyas emociones son llevadas al límite son sólo algunos de los signos de identidad de esta obra.
Una de las primeras frases que se pronuncian en la película es “Todos los poemas son tristes”, que recuerda sin duda a aquel verso de Jim Morrison que rezaba “Todos los poemas esconden un lobo…”, y con ella se pretende prevenir al espectador de lo que se va a encontrar a lo largo del film. Belleza y tristeza como elementos inevitablemente unidos por la desesperanza.
Igualmente, con una frase, el protagonista de la película nos avisa de lo que subyace latente en su ser. Así, el Señor Von Bohm, funcionario disciplinado y dócilmente integrado en un sistema podrido, manifiesta “Me interesan las pasiones sin esperanza”, y se trata precisamente de una pasión, en forma de mujer, la que dinamita su personalidad. Y es que siempre resulta inevitable destacar a las “mujeres de Fassbinder”, complejas, fascinantes y peligrosas hasta límites inimaginables, capaces de llevar a cualquier hombre al borde de un abismo. Aunque con algunos rasgos diferenciadores son comparables en muchos casos a las “mujeres de Godard”, y es que todo cinéfilo recuerda perfectamente a Marianne, el personaje que encarna A. Karina en “Pierrot el loco”, mirándose al espejo y diciéndole a su coprotagonista “Veo la cara de una mujer enamorada de un hombre que está a punto de tirarse por un precipicio”. No obstante, también hay que destacar que en el caso de “Lola”, Fassbinder nos muestra mucho menos al personaje femenino que en otras de sus películas, como por ejemplo en la magnífica “El matrimonio de María Braun”, y que realmente el precipicio al que se ve abocado el Señor Von Bohm le hace al mismo tiempo recuperar la dignidad y reaccionar ante un sistema corrupto y al servicio de los poderosos. Y es que, como pregunta uno de los personajes del film “¿prefieres vivir en un mundo sin moralidad donde todo es malo y corrupto?”

“La revolución debe decidirse en las horas entre la noche y el día” (Armin Mueller-Stahl, en “Lola”).

Málaga, a 5 de Diciembre, de 2014.
Mac Nagy
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