Lo cierto es que la cinta de Kawn-hoon Lee no engaña a nadie: El director ha querido hacer un homenaje a las películas de brujería, saltos imposibles y magia honkonesas de los 80, como "Una historia china de fantasmas", y le ha salido a medidas. La modestia es el mayor punto a favor de "La Leyenda del Lago Maldito", una película correcta pero que, en ocasiones, peca de tener un alma de telefilme y cierto tufillo a mascado que es imposible obviar.

El guión parece una mezcla entre los "Grandes Relatos" y cualquier relato de R.L.Stine, y nos narra como tiempo atrás un guerrero selló a un poderoso brujo en un lago, custodiado por una espada milenaria. Varios siglos después, la espada es levantada del lugar y el espíritu de este malvado se introduce en el cuerpo de una bella joven, prometida del protagonista, quien deberá elegir entre su amada -ahora con doble personalidad, estilo El Exorcista- o su Reina, quien está colada por él.

Efectos especiales bastante simplones, evocando a la serie B ochentera, pero correctos, unas interpretaciones que tampoco son excelentes y, en realidad, lo cierto es que es una película completamente neutra, que puede verse como entretenimiento y, como tal, es bastante atractiva. Destacar, eso sí, algunos temas de la banda sonora que son, ciertamente, fantásticos. Un peldaño por debajo de la también coreana "The Restless".