No me lo explico. Que tres de las mejores películas del año sean debuts o cintas independientes me deja de piedra, sinceramente. ¿Cómo es posible que "Brick" sea tan cojonuda? ¿O que "Gracias por Fumar" haya resultado tan inusualmente inteligente? Preguntas sin respuesta, sin duda. Con "Pequeña Miss Sunshine" para exactamente lo mismo, nos encontramos ante un peliculón, una comedia ácida con tintes de drama y muy muy mala hostia.

Bajo una carcasa a priori simple nos encontramos con un trasfondo bestial que critica a todos y no deja a nadie con cabeza. La historia nos plantea la incursión en un concurso de belleza de una niña cualquiera. Curiosamente, es la hija de un matrimonio de fracasados con una familia aún más rara: La madre es una neurótica perdida, el padre un hombre obsesionado con la victoria y que critica a los que fracasan, el hermano de la niña lleva nueve meses sin hablar para lograr su sueño, el abuelo se droga y es un putero, el hermano de la madre acaba de salir del psiquiátrico, es gay y aprvecha la mínima oportunidad para suicidarse.

Con esta galería de personajes y la unión de todos en una caravana, camino del concurso de belleza, nos encontramos con una historia cojonuda, con unos tintes a Los Simpsons/Padre de Familia geniales. Es humor negro, negrísimo. Las actuaciones son fabulosas, de la primera a la última. La fotografía es ya más típica y la BSO la componen buenos temas. ¡Incluso el doblaje al castellano es bueno! Definitivamente, obligada. Probablemente la mejor comedia del año.