Lo cierto es que siempre me ha llamado la atención "La casa de la cera", especialmente por la diversidad de opiniones existente en torno a ella. Mientras un grupo la cataloga como una de las más imaginativas cintas de terror de los últimos tiempos, otros la consideran una verdadera bazofia. Sin dejarme guiar por ningún grupo la he visto y la verdad es que me he quedado un poco extraño.

Los primeros 30 minutos me han recordado en demasía a un capítulo alargado de la televisiva "Pesadillas de R.L.Stine", con unas actuaciones igual de estúpidas y un guión no mucho mejor. Pero desde que llegan al pueblo los primeros personajes, la cosa mejora enormemente hasta llegar a un climax final excelente, más por su factura técnica que por causar terror.

Lo cierto es que "La casa de la cera" tiene dos grandes méritos tratándose de una película genérica. El primero, es la secuencia donde el "malo" explica como convierte a la gente en cera (el proceso, vamos), todo muy cuidado y con un mecanismo acertado. La segunda gran virtud de la película es su escenario. "La Casa de la Cera", principal escenario de la cinta, es una auténtica pasada. Una virguería técnica sin precedentes que un guión como este no merece en absoluto. Ver como un incendio destroza poco a poco un enorme museo es algo increíble, realmente cuidado.

Y con todo esto, con dos grandes escenas -que pasarán al recuerdo como poco-, el resto de la cinta no deja de ser tópica y pasable. Lo peor son las actuaciones, especialmente la de Paris Hilton, que se digna a "actuar" mostrando tetas, haciendo felaciones y haciendo muecas fálicas. En fin, otra vez será. Esperemos que la segunda parte -que la habrá, seguro- saque más provecho del escenario y no se quede sólo en la superficie de lo que pudo haber sido una gran cinta de terror. Recomendada aunque sólo sea por lo previamente comentado.