Hace mucho tiempo que ví la versión de 1945 de David Lean de la obra teatral del dramaturgo Noël Coward, Un Espíritu Burlón. No la recuerdo muy bien, pero me conozco a la perfección el argumento de esta satírica comedia que mezcla el humor con lo sobrenatural. Está dirigida por Edward Hall, curtido en series de televisión dramáticas y de época como Downton Abbey (2010), en su reparto contamos con Judi Dench (Madame Arcati), la médium que traerá de vuelta a la fallecida Elvira (Leslie Mann), que ahora se materializa en una abstracta entidad. Las visiones que tendrá Charles Condomine (Dan Stevens) de Elvira le pondrá en tela de juicio con su ahora mujer Ruth (Isla Fisher), que le llevará a pensar que necesita un psicoanalista. Los fenómenos ocurrirán de todas formas posibles hasta enloquecer a los más cuerdos del filme. Este remake de Edward Hall echa un vistazo a los años 40 como es propio de Hall, recurriendo a un clásico que ha sido masacrado por los críticos anglosajones por el impulso evocado de pisotear la versión de 1945. Las manos de Hall tras la cámara no superan a la original de David Lean, eso es lo que dicen los decisivos y culminantes señores de la prensa cinematográfica. Termino diciendo que la versión 2020 está enfocada al nuevo público, para descubrir tal obra que no sería descubierta por estos espectadores que la desconocen y así gracias a esta nueva adaptación es posible que llegue a todos.