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Voto de Patachula:
6
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5,8
28.788
Ciencia ficción. Drama. Thriller
El astronauta Roy McBride (Brad Pitt) viaja a los límites exteriores del sistema solar para encontrar a su padre perdido y desentrañar un misterio que amenaza la supervivencia de nuestro planeta. Su viaje desvelará secretos que desafían la naturaleza de la existencia humana y nuestro lugar en el cosmos.
26 de septiembre de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las pelis sobre exploración espacial siempre nos tienen acostumbrados a guiones de tintes épicos en los que grandes héroes abandonan sus vidas y sus familias en la Tierra para poder salvar a la humanidad de su extinción o para alcanzar un nuevo hito científico. Tal vez el caso más ejemplar sea el de Interestelar, donde el protagonista se pierde la infancia y la vida de sus hijos para poder encontrar un nuevo hogar para la humanidad. El sacrificio le compensa con creces, pues consigue lo que se propone. Pues bien, Ad Astra vendría a ser la antítesis de Interestelar y donde esta última nos mostraba el caso de éxito, Ad Astra nos muestra el caso medio, el caso realista: un hombre que sacrifica todo pero que no consigue nada y es incapaz de dejar ir esa ambición frustrada.
Por otro lado, se podría decir que Ad Astra no es una película de ciencia ficción, sino una película intimista que retrata las consecuencias del abandono, del no saber cómo encajar la pérdida y el fracaso, de la obsesión desmedida por el trabajo. De la soledad, a fin de cuentas. No trata temas de ciencia ficción ni plantea las preguntas en las que se suele centrar este género. Que transcurra en el espacio es sólo para adornar y hacerlo más poético, porque la historia podría haber transcurrido en cualquier otro sitio. Así que las incorrecciones científicas en las que incurre tampoco me parecen tan importantes. En todo caso, aunque se podrían haber arreglado fácilmente preguntado a alguien que supiese del tema, tampoco son tan llamativas como para que te saquen completamente de la película.
Y ahora la parte mala: el guión tiene muchos puntos que parecen metidos con calzador para que tenga algo de acción y que no casan con el tono de la película y otros que son artefactos para forzar que ocurran cosas. Esa es mi mayor crítica, además de que algunas de las metáforas que utiliza para expresar su mensaje sean algo burdas. A pesar de esto, me ha parecido una película correcta, con un mensaje arriesgado para el tipo de película que era y la gente a la que se dirigía y plagada de imágenes bonitas. Eso sí, el final te deja con la sensación de que le faltaba algo más que no sé describir. Y el resto en spoilers…
Por otro lado, se podría decir que Ad Astra no es una película de ciencia ficción, sino una película intimista que retrata las consecuencias del abandono, del no saber cómo encajar la pérdida y el fracaso, de la obsesión desmedida por el trabajo. De la soledad, a fin de cuentas. No trata temas de ciencia ficción ni plantea las preguntas en las que se suele centrar este género. Que transcurra en el espacio es sólo para adornar y hacerlo más poético, porque la historia podría haber transcurrido en cualquier otro sitio. Así que las incorrecciones científicas en las que incurre tampoco me parecen tan importantes. En todo caso, aunque se podrían haber arreglado fácilmente preguntado a alguien que supiese del tema, tampoco son tan llamativas como para que te saquen completamente de la película.
Y ahora la parte mala: el guión tiene muchos puntos que parecen metidos con calzador para que tenga algo de acción y que no casan con el tono de la película y otros que son artefactos para forzar que ocurran cosas. Esa es mi mayor crítica, además de que algunas de las metáforas que utiliza para expresar su mensaje sean algo burdas. A pesar de esto, me ha parecido una película correcta, con un mensaje arriesgado para el tipo de película que era y la gente a la que se dirigía y plagada de imágenes bonitas. Eso sí, el final te deja con la sensación de que le faltaba algo más que no sé describir. Y el resto en spoilers…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El verdadero inicio de la historia está en un punto anterior al comienzo de la película: las decisiones del padre del protagonista. La película muestra las consecuencias de sus decisiones y sus ironías. El padre de Roy abandonó a su familia en pos de su “destino”: encontrar vida extraterrestre. Sin embargo, cuando se dio cuenta de que ese proyecto no iba a ninguna parte, en lugar de dejarlo ir y volver con su familia, su obstinación se transformó en obsesión, llegando a matar a sus amigos que querían volver a casa y, décadas después, casi destruyendo a la humanidad, la única forma de vida que podía saber con seguridad que existía, para cumplir sus objetivos.
Por otro lado Roy lleva una vida que espeja la de su padre. Aunque no se muestre claramente, se supone que su relación con Eve fracasó porque la puso muy por detrás de su trabajo y tampoco tuvieron hijos por la misma razón. Roy se ha convertido en un hombre solo e impasible, sin familia ni amigos cercanos, cuyo corazón nunca late por encima de ochenta pulsaciones. Eso cambia cuando conoce la posibilidad de que el padre que lo abandonó siga vivo en una nave cerca de Neptuno. La ilusión por volver a reencontrarse con él hace que Roy vuelva a tomar contacto poco a poco con sus sentimientos y con la emoción de volver a tener cerca a alguien que le importa. Por eso pone en riesgo su vida y su carrera para colarse en la nave que lo lleva cerca de Neptuno, matando a todos sus tripulantes en el proceso aunque no fuese su intención. Pero, al contrario que su padre, no lo hace por seguir con su propio proyecto egoísta, si no para salvar a un padre al que todavía quiere. Durante su solitario viaje no hace más que pensar en los recuerdos que posee sobre su infancia, sobre su padre y sobre su mujer, sobre las personas importantes en su vida, que es en lo que todos pensamos antes de irnos a dormir. Entonces es cuando murmura para sí mismo que es una persona egoísta por el daño que causó en su vida personal y del que sólo se ha dado cuenta ahora, a miles de kilómetros de la Tierra.
Muchos han calificado el encuentro de Roy con su padre como de ‘anticlimático’. Obviamente tenía que ser así para que el mensaje de la película calase y fuese coherente con el viaje del personaje. Roy ve a su padre viejo, solo, rodeado de los cadáveres de la gente que se llevó por delante por ser incapaz de abandonar un sueño que se rompió hace muchas años. En ese momento Roy comprende que, de seguir el camino que llevaba hasta entonces, terminará como él, solo e infeliz, torturado por todo el daño que causó a la gente que le importaba. Mientras que al ver a su hijo, el padre comprende todo lo que perdió por un proyecto que no tenía sentido, pero que sigue siendo incapaz de abandonar. Por eso decide acabar con su vida flotando para siempre a la deriva en el espacio. Al principio, arrastra a Roy consigo y este trata de salvarlo, en una metáfora de cómo la obsesión por su “misión” está arrastrándole a la más absoluta soledad, hasta que Roy suelta el cable y deja a su padre marchar. Deja que sus ambiciones desmedidas se marchen.
Y cuando en la nave se pregunta “¿Cuándo llegará el día en que termine mi soledad?”, no se refiere al viaje, si no a la soledad en la que lleva sumido toda su vida y de la que sólo ahora es consciente. Por eso llora cuando aterriza en la Tierra y vuelve a ver a un ser humano, porque le ha sido concedida una nueva oportunidad para enmendar sus errores y centrarse en las personas que le importan.
La película termina como comienza, con Roy diciendo que está centrado en “su misión”, sin distracciones. Pero su escala de valores ha cambiado por completo. Antes la distracción era su vida personal, encarnada en su mujer. Ahora eso ha cambiado. Y el mensaje que queda es muy atípico en una película como esta. Hay que valorar lo que uno tiene antes de sacrificarlo en pos de cualquier sueño imposible.
Una historia bonita, dejando piratas lunares y monos estelares aparte.
Por otro lado Roy lleva una vida que espeja la de su padre. Aunque no se muestre claramente, se supone que su relación con Eve fracasó porque la puso muy por detrás de su trabajo y tampoco tuvieron hijos por la misma razón. Roy se ha convertido en un hombre solo e impasible, sin familia ni amigos cercanos, cuyo corazón nunca late por encima de ochenta pulsaciones. Eso cambia cuando conoce la posibilidad de que el padre que lo abandonó siga vivo en una nave cerca de Neptuno. La ilusión por volver a reencontrarse con él hace que Roy vuelva a tomar contacto poco a poco con sus sentimientos y con la emoción de volver a tener cerca a alguien que le importa. Por eso pone en riesgo su vida y su carrera para colarse en la nave que lo lleva cerca de Neptuno, matando a todos sus tripulantes en el proceso aunque no fuese su intención. Pero, al contrario que su padre, no lo hace por seguir con su propio proyecto egoísta, si no para salvar a un padre al que todavía quiere. Durante su solitario viaje no hace más que pensar en los recuerdos que posee sobre su infancia, sobre su padre y sobre su mujer, sobre las personas importantes en su vida, que es en lo que todos pensamos antes de irnos a dormir. Entonces es cuando murmura para sí mismo que es una persona egoísta por el daño que causó en su vida personal y del que sólo se ha dado cuenta ahora, a miles de kilómetros de la Tierra.
Muchos han calificado el encuentro de Roy con su padre como de ‘anticlimático’. Obviamente tenía que ser así para que el mensaje de la película calase y fuese coherente con el viaje del personaje. Roy ve a su padre viejo, solo, rodeado de los cadáveres de la gente que se llevó por delante por ser incapaz de abandonar un sueño que se rompió hace muchas años. En ese momento Roy comprende que, de seguir el camino que llevaba hasta entonces, terminará como él, solo e infeliz, torturado por todo el daño que causó a la gente que le importaba. Mientras que al ver a su hijo, el padre comprende todo lo que perdió por un proyecto que no tenía sentido, pero que sigue siendo incapaz de abandonar. Por eso decide acabar con su vida flotando para siempre a la deriva en el espacio. Al principio, arrastra a Roy consigo y este trata de salvarlo, en una metáfora de cómo la obsesión por su “misión” está arrastrándole a la más absoluta soledad, hasta que Roy suelta el cable y deja a su padre marchar. Deja que sus ambiciones desmedidas se marchen.
Y cuando en la nave se pregunta “¿Cuándo llegará el día en que termine mi soledad?”, no se refiere al viaje, si no a la soledad en la que lleva sumido toda su vida y de la que sólo ahora es consciente. Por eso llora cuando aterriza en la Tierra y vuelve a ver a un ser humano, porque le ha sido concedida una nueva oportunidad para enmendar sus errores y centrarse en las personas que le importan.
La película termina como comienza, con Roy diciendo que está centrado en “su misión”, sin distracciones. Pero su escala de valores ha cambiado por completo. Antes la distracción era su vida personal, encarnada en su mujer. Ahora eso ha cambiado. Y el mensaje que queda es muy atípico en una película como esta. Hay que valorar lo que uno tiene antes de sacrificarlo en pos de cualquier sueño imposible.
Una historia bonita, dejando piratas lunares y monos estelares aparte.