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España España · Madrid
Voto de paki:
9
Thriller. Drama El día en que Juan (Alberto Ammann) empieza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, se ve atrapado en un motín carcelario. Decide entonces hacerse pasar por un preso más para salvar su vida y para poner fin a la revuelta, encabezada por el temible Malamadre (Luis Tosar). Lo que ignora es que el destino le ha preparado una encerrona. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
O en Zamora. Da igual. Es una tragedia griega de las que pueden suceder en cualquier lugar del mundo y en cualquier espacio de tiempo. Es el destino. El mal destino. El "fatum". Lo fatal. La sucesión de sucesos funestos e inevitables que desembocan en la tragedia. Como una maldición: "no saldrás vivo de ésta" o "no conseguirás nada de lo que te propongas" o "eres un hijoputa y lo serás siempre" o "nunca podrás levantar cabeza, hagas lo que hagas"... Muchas historias entremezcladas, muchas personas pero, casi siempre, dos únicas opciones: arriba o abajo, victoria o derrota, blanco o negro, policía o ladrón, bueno o malo... Lo que pasa es que, luego la vida combina las conjunciones y sustituye las disyuntivas (puedo ser esto o lo otro) por las copulativas y te "jode" sin darte posibilidad de elección y eres malo, estás abajo y siempre vas a perder... Y te llamas Malamadre. Pero, en el fondo, eres un héroe que ha nacido en el lado malo del mundo, pero sabes lo que es la honestidad, la amistad y la justicia, aunque lo hayas aprendido a golpes y lo ejerzas a dentelladas. O ser Calzones y encontrarte en medio de una batalla sin saber a qué bando perteneces, ni si tu papel es el de ser simplemente un juguete del destino que nunca se puede cambiar. Y hasta puedes ser Utrilla, policía y ladrón, malo porque no puede ser bueno y odioso arriba y abajo, tal vez a su pesar. O puedes ser el coro griego, que cuenta pero no decide y corre a lo loco como pollo sin cabeza, buscando un amo, y destrozando todo a su paso. O puedes ser político o funcionario y no tener más ideal que mantener, a cualquier precio, tu puesto de arriba.

O, puedes, simplemente ir al cine y ver una buenísima película. Como ésta. Y es nuestra y de ahora, como podría ser universal y eterna. Como las tragedias griegas. Casi como la vida misma...
paki
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