Repite la misma fórmula incansable de las películas de terror de los últimos veinte años: posesiones, orfanatos y sobretodo aquella curiosidad que es el origen de todas las desgracias (saber que es peligroso un lugar, querer estar ahí y averiguar lo que pasó). A pesar de lo ya mencionado, es innegable decir que resulta ser entretenido y hasta sorprende con una que otra escena que puede robarte un leve susto. Si bien es cierto no es una obra maestra ni nada por el estilo, es una experiencia placentera para aquel público consumidor de blockbusters. Definitivamente es superior a su antecesora y a toda la saga The Conjuring.

Por cierto, fallaron rotundamente en el casting, poner a Philippa Coulthard de 24 años y Grace Fulton de 21 como huérfanas fue algo totalmente desatinado, se notaba la diferencia de edades de ellas dos con respecto a las niñas que conformaban el grupo de huérfanas.