Es imposible estar indiferente luego de ver Nowhere, obra maestra de Gregg Araki. El director a través de un poderoso y psicodélico relato nos muestra la generación de los finales de los 90, aquellos que habían perdido la fe en Dios, la humanidad y sobretodo, el futuro. Vemos de una manera cruda como vivían aquellos jóvenes, en donde la perdición y el descontrol eran sinónimos de vida, que no había límites para nada, total, de todas maneras iban a morir.

Dark (James Duval) y su grupo de amigos experimentan con las drogas, una vez hecho eso ya no pueden salir de ese mundo de perdición, donde además el sexo casual y las relaciones bisexuales eran lo más común. Como si fuera el fin de mundo, algunos de ellos son aducidos por extraterrestres y son partes de inexplicables suicidios.

El reparto estuvo de lujo, donde además de apreciar a James Duval, pudimos ver a Mena Suvari (Zoe), Debi Mazar (Kozy), Kathleen Robertson (Lucifer), Jordan Ladd (Alyssa), Sarah Lassez (Egg), Jaason Simmons (The Teen Idol), Rose McGowan (Val-Chick 3) y Traci Lords (Val-Chick 1).

Me despido con esta cita: "Querido diario, qué día. Juro que nunca he estado tan deprimido, triste y solitario en toda mi vida. Es como si yo supiera que hay alguien por ahí en alguna parte ... una sola persona en este universo enorme, horrible, desgraciado que me puede sostener en sus brazos y me decirme que todo va a estar bien. ¿Y cuánto tiempo tengo que esperar antes de que esa persona aparezca? Siento que me estoy hundiendo más y más en las arenas movedizas... viendo el mundo a mi alrededor morir una lenta agonía. Es como todos supiéramos que las almas de nuestra generación va a presenciar el final de todo. Se puede ver en nuestros ojos. Está en mí, mira. Estoy condenado. Tengo tan sólo 18 años de edad y estoy totalmente condenado".