Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Black Floyd:
8
Aventuras. Drama A principios de los años noventa, el joven e idealista Christopher McCandless (Emile Hirsch), adopta el nombre de Alexander Supertramp, deja sus posesiones y sus ahorros a la beneficencia y abandona el mundo civilizado con rumbo a la salvaje Alaska para entrar en contacto con la Naturaleza y descubrir el verdadero sentido de la vida. Adaptación del best-seller de Jon Krakauer, basado en las notas del diario de McCandless. (FILMAFFINITY)
6 de mayo de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christopher McCandless cumplió de alguna manera el sueño de muchos de nosotros, que acobardados e indecisos no nos aventuramos a cumplir. Sean Penn llevó bien la historia, apoyado en una bella fotografía y una maravillosa y adecuada banda sonora, a cargo de Eddie Vedder, cantante y líder de Pearl Jam. Estos detalles son fundamentales para la solidez del film, ya que su encanto está en el conjunto de cualidades que la conforman. Emile Hirsch compone una muy convincente actuación y junto al resto de los actores forman un equipo excelente que conduce a la película a buen puerto. La historia, si bien es simple, tiene algo que logra conmoverme de tal manera, que no puedo quitarme la sensación de vacío, de frío interior que me deja luego de verla. No se si serán los gélidos paisajes, la música de Vedder, tan melancólica y helada como sus imágenes de montañas nevadas, la propia historia, las actuaciones, los silencios prolongados, la terrible presencia de la soledad (aunque resulte paradójico, la soledad llega a convertirse ciertamente en una fuerte presencia, lo mismo que el silencio, cuando es muy intenso, llega a lastimar los oídos con su potente e incesante silbido) o bien todas estas cosas juntas, pero lo cierto es que las veces que la he visto siempre me ha dejado esa amarga impresión de futilidad, de impotencia frente a la inexorabilidad del destino.
Desde muy joven tengo la ilusión de vivir en la selva, o en el caribe (¡Tan distinta de la idea de McCandless, y en el fondo la misma!), a veces sueño con esos lugares y la sensación de libertad y felicidad son brutales (en una choza, rodeado de una jungla y al pie de un mar de un verde tan intenso (detesto el mar azul) que dudo que exista algo así en el mundo). Hoy, a mis 34 años, se que jamás cumpliré ese sueño, por lo que el funesto destino de Christopher McCandless me conmueve, y tal vez este sea el motivo, tan intensamente.
Black Floyd
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow