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Voto de Black Floyd:
7
6,4
21.199
Drama. Comedia
Warren Schmidt (Jack Nicholson) se acaba de jubilar y se siente completamente desorientado. Además, no puede soportar la idea de que su única hija (Hope Davis) se case con un necio. Por si esto fuera poco, su mujer muere repentinamente. Tratando de darle algún sentido a su vida, decide emprender un viaje en busca de sus raíces. Después de cruzar el estado de Nebraska en caravana, llega a Denver, la ciudad donde vive su hija. Tras ... [+]
14 de agosto de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film de Alexander Payne, tiene momentos buenos y otros no tanto, y creo que le sobran minutos. Aun así, es una buena película, donde Jack Nicholson actúa de Jack Nicholson, y al que le guste tendrá otra función de a ratos divertida de este magnífico actor (aunque se haya encasillado él mismo). La trama es interesante, aunque le falta algo; le falta más profundidad. Después de varios años de trabajo en el mismo lugar, el retiro llega como una especie de muerte más que como una liberación. El hábito, que encadena a las personas a actos irreflexivos, mecánicos, se mezcla con cierto sentimentalismo que surge de la incógnita, de la pregunta interior de si ya hemos llegado al final del camino. El retiro, representa un hecho lamentable, donde se marca claramente el fin de "los servicios" de un hombre, el fin de su utilidad en la sociedad, como si fuera un número, o un trapo viejo que hay que dejar a un lado antes de tirarlo definitivamente. El simple (y molesto en general hasta que se deja de hacer) hecho de TENER que levantarse temprano para ir a soportar una jornada laboral, el encontrarse con amigos, compañeros con quiénes uno llega a compartir mucha cosas, y hasta a aquel a quién uno odia en el trabajo, logran luego de tantos años, hacerse carne con uno mismo; cortar con esto, saber que un día será el último día en que se DEBA levantar con obligación, romper con la aburrida y agotadora rutina, llega, aunque parezca increíble, a hacernos sentir miserables. Algunos pareceres en el spoiler...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En esta película, Nicholson, es excluído por la edad (legalmente se denomina a esta ridícula discriminación "Jubilación"), su esposa fallece de repente, mientras aspiraba la alfombra (excelente el detalle del fastidio constante de Nicholson para con su mujer en varias ocasiones; hasta que la hecha en falta luego de su muerte); y para colmo su hija se casará con un idiota (para su criterio); es decir, que nada parece, en el tramo final de la vida, satisfacer o alegrar al hombre. Viendo la TV, un día ve una publicidad de adopción y ayuda a niños huérfanos de África; anota maquinalmente el número telefónico y manda al fin una carta. Esta es respondida por un niño o niña, no recuerdo, con suma ternura, ya que no la escribe desde ya el niño sino una monja a cargo de este.
El final me partió el alma, me emocionó, me maravilló, y lloré con ganas. Después de un viaje hasta el estado donde su hija se ha casado, donde le ocurren algunas cosas sin importancia, pero de donde vuelve con un vacío aun mas pronunciado, se encuentra con una carta desde África. Esta le dice que el niño agradece a su benefactor (creo que había donado algo de dinero, una suma insignificante; ¿insignificante?), que espera que éste se encuentre bien, y que le envía un dibujo.
La música que va aumentando muy suavemente, el primer plano de Nicholson, la emoción surgiendo de su interior, las primeras conmociones faciales, el enrojecimiento de los ojos, las incipientes lagrimas, y el llanto, finalmente, engrandecen este film absolutamente y lo hace más complejo y profundo. No es un llanto de tristeza, no, es un llanto de desahogo, de agradecimiento de haber encontrado al menos, un motivo, una razón para continuar viviendo; una personita desconocida, que le dice que le gusta dibujar y comer frutas, y que le desea una saludable y feliz vida, hace estallar el corazón deprimido de Jack, y logra al fin la catarsis.
Aunque el desarrollo es indigno del final, el solo hecho de recordar, de imaginar el niño africano, con toda su ternura, su dulce inocencia, y la soledad, la angustia existencial del protagonista, me hace emocionar, y lloro sin culpas y agradecido de un mensaje semejante.
El final me partió el alma, me emocionó, me maravilló, y lloré con ganas. Después de un viaje hasta el estado donde su hija se ha casado, donde le ocurren algunas cosas sin importancia, pero de donde vuelve con un vacío aun mas pronunciado, se encuentra con una carta desde África. Esta le dice que el niño agradece a su benefactor (creo que había donado algo de dinero, una suma insignificante; ¿insignificante?), que espera que éste se encuentre bien, y que le envía un dibujo.
La música que va aumentando muy suavemente, el primer plano de Nicholson, la emoción surgiendo de su interior, las primeras conmociones faciales, el enrojecimiento de los ojos, las incipientes lagrimas, y el llanto, finalmente, engrandecen este film absolutamente y lo hace más complejo y profundo. No es un llanto de tristeza, no, es un llanto de desahogo, de agradecimiento de haber encontrado al menos, un motivo, una razón para continuar viviendo; una personita desconocida, que le dice que le gusta dibujar y comer frutas, y que le desea una saludable y feliz vida, hace estallar el corazón deprimido de Jack, y logra al fin la catarsis.
Aunque el desarrollo es indigno del final, el solo hecho de recordar, de imaginar el niño africano, con toda su ternura, su dulce inocencia, y la soledad, la angustia existencial del protagonista, me hace emocionar, y lloro sin culpas y agradecido de un mensaje semejante.