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Voto de Black Floyd:
10
8,4
99.089
Drama. Romance
Años 40. A consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, Casablanca era una ciudad a la que llegaban huyendo del nazismo gente de todas partes: llegar era fácil, pero salir era casi imposible, especialmente si el nombre del fugitivo figuraba en las listas de la Gestapo, que presionaba a la autoridades francesas al mando del corrupto inspector Renault. En este caso, el objetivo de la policía secreta alemana es el líder checo y héroe de la ... [+]
16 de noviembre de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me interesan los aspectos técnicos de un film, unicamente me importa si esa impostura (todo arte es una impostura) me llega a conmover o a hacer pasar un rato agradable; soy hedonista, si.
Podría analizar los aspectos psicológicos pero siempre como una diversión o un ensayo, nada serio. Sigo en el "spoiler".
Podría analizar los aspectos psicológicos pero siempre como una diversión o un ensayo, nada serio. Sigo en el "spoiler".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Se ha criticado el final, tildándolo de "poco creíble"; bueno, para mi si que lo es y explico por que.
A cualquier persona que le haya sucedido (quién no tuvo alguna vez en su vida un amor frustrado o no correspondido) lo que a Rick (Humphrey) entenderá sus actitudes rígidas (como cuando dice repetidamente "No me comprometo con nadie", "Solo me importa mi causa"). Es un aspecto muy bien cuidado; simplemente estaba resentido y con un gran dolor interno. Aquel día en el andén (en donde estaba empapado por la lluvia y al subir al tren estaba ¡seco!) en donde esperaba a Ingrid, y donde ella jamás acudió, creo yo que sufrió además de dolor una incertidumbre absoluta y me parece aque aquí es donde se explica todo. Durante mucho tiempo, se preguntaba las razones por la cuál ella no había aparecido. Una noche aparece su fantasma, su amor perdido, con otro hombre y en su propio café. Al enterarse de que estaba casada en el momento de conocerlo en Paris, y al darse cuenta de haría cualquier cosa con tal de conseguir los visados para ella y su marido (inclusive a punta de revolver), y fingir que aun estaba enamorada de él, se dio cuenta de todo sería en vano, de que tarde o temprano lo abandonaría y sería mucho más profunda la herida. Después de todo estaba cómodo en su café, en su tibia y agridulce vida en una ciudad que lo acogió en su exilio. La aparción de la mujer que torturaba sus días y noches y el posterior esclarecimiento de la situación, descomprimió el dolor y la confusión, como la catarsis de la que hablan los psicólogos, suavizando el sufrimiento y prefirió no arriesgar la mediocre felicidad y amistades que tenía en el café por algo que en su fuero interior sabía que no iba a prosperar. No se puede obligar a alguien a que nos ame, y esto es así, inexorablemente.
A cualquier persona que le haya sucedido (quién no tuvo alguna vez en su vida un amor frustrado o no correspondido) lo que a Rick (Humphrey) entenderá sus actitudes rígidas (como cuando dice repetidamente "No me comprometo con nadie", "Solo me importa mi causa"). Es un aspecto muy bien cuidado; simplemente estaba resentido y con un gran dolor interno. Aquel día en el andén (en donde estaba empapado por la lluvia y al subir al tren estaba ¡seco!) en donde esperaba a Ingrid, y donde ella jamás acudió, creo yo que sufrió además de dolor una incertidumbre absoluta y me parece aque aquí es donde se explica todo. Durante mucho tiempo, se preguntaba las razones por la cuál ella no había aparecido. Una noche aparece su fantasma, su amor perdido, con otro hombre y en su propio café. Al enterarse de que estaba casada en el momento de conocerlo en Paris, y al darse cuenta de haría cualquier cosa con tal de conseguir los visados para ella y su marido (inclusive a punta de revolver), y fingir que aun estaba enamorada de él, se dio cuenta de todo sería en vano, de que tarde o temprano lo abandonaría y sería mucho más profunda la herida. Después de todo estaba cómodo en su café, en su tibia y agridulce vida en una ciudad que lo acogió en su exilio. La aparción de la mujer que torturaba sus días y noches y el posterior esclarecimiento de la situación, descomprimió el dolor y la confusión, como la catarsis de la que hablan los psicólogos, suavizando el sufrimiento y prefirió no arriesgar la mediocre felicidad y amistades que tenía en el café por algo que en su fuero interior sabía que no iba a prosperar. No se puede obligar a alguien a que nos ame, y esto es así, inexorablemente.