Sencillamente es contemplar a Peter Weller con su sombra solo en casa 80 minutos, no es Tom Hanks en una isla pero cumple.

La amenaza es una rata que parece ser que radiactiva por lo que es más grande de lo normal. Durante el film canta bastante el tamaño, pasando de una rata normal al tamaño de un perro con rabia y aún así sigue escondiéndose por la casa sin ser vista, acojonante.

Lo peor es ver al protagonista entrenar como si de un combate de boxeo se tratara, pura parodia, aún así si la peli no te la tomas en serio te echas unas risas y pasas un buen rato.

Lo mejor después de un suspense light de una hora es el clímax final del film con un Peter Weller desesperado al que no le importa reventar la casa si con ello se carga a la maldita criatura. Espinilleras, linternas, coderas, bate de beísbol tuneado, cara de drogata y a la caza.