Es realmente aburrida, su interés no decae es que nunca llega. Quiere tomarse demasiado en serio creando un cierto sentimentalismo nostálgico, pero este pastiche sobre las relaciones laborales, adolescencia y la ambigüedad es de lo menos gratificante.
Conforme avanzan los minutos más te ahuyenta su falta de escrúpulos con un guión realmente insolente.
En ningún momento resulta graciosa este sin sentido.