En una Cataluña de película los castellano-hablantes maltratan al catalano-parlante Eric de forma gratuita y reiterada. El sistema jurídico español es muy malo: la fiscal es la bruja que le amenaza con el reformatorio si no afirma ser español, amás de catalán. A la escena asiste el abogado defensor del menor, quien calla. La Constitución reconoce varios derechos que se estarían vulnerando: libertad de conciencia y de ideología, nadie puede ser conminado a manifestarse sobre su pertenencia a nada, y una fiscal no puede exigirlo, porque su actuación se vicia.
Un niño radicalizado, pero unos padres tibios, nada nacionalistas. Un niño con bastante mala leche enviando emails ciertamente comprometidos, pero nada más. Todo el asunto muy estúpido, salvo que se lo quiera sacar de madre por uno u otro lado.

Como digo: pura basura nacionalista en que los españoles no catalanes son los malos y los catalanes españoles son los buenos. Dudo que los hechos fueran ésos. la película sirve a la manipulación y consigue encender la polémica pues comienza con el letrero de que los hechos son ciertos.
Saludos, y no la veáis.