Cine minoritario y no para todos los públicos. Mezcla con maestría la ultraviolencia con la majestuosidad del gran maestro Beethoven. Creo que Kubrik se adelantó a su tiempo ya que la película es de 1971 y aún a día de hoy es un tema vigente. Una obra maestra que aguanta muy bien el paso del tiempo.

Nos narra la vida de un adolescente llamado Alex DeLarge y su grupo de amigotes, unos chicos aburridos que descargan toda su ira y su rabia propinando brutales palizas y violando a gente indefensa como pasatiempo y diversión. Hasta que un día Alex asesinará a una mujer. Es en ese momento cuando la policía lo detiene y lo envía a prisión. Una vez allí se entera de una misteriosa terapia llamada método Ludovico, quiere saber más sobre dicha terapia, ya que parece que en vez de cumplir una larga condena con ese tratamiento en un par de semanas podría estar de nuevo en la calle. Aquí empieza esta dura y dolorosa película sobre las consecuencias que propina la violencia.

He vibrado con la Naranja Mecánica, la primera vez que la vi, me dejo sin aliento, sin palabras, me quede literalmente sorprendido por lo que acababa de presenciar. Tendría unos 14/15 años y fue un shock para mí. También tengo la novela, y he de decir que el final queda mucho más claro que en la película. Además el libro contiene un pequeño diccionario con todas las palabrejas raras que nuestros protagonistas usan, como quijotera, drugos, videar... Para mí es sublime, aunque entiendo que no a todo el mundo guste, no es una película fácil de ver.