Una de esas sorpresas que salen de vez en cuando y que son totalmente inesperadas. ¿Puede una película sustentarse exclusivamente en sus diálogos y dos actores y a pesar de eso resultar apasionante e inolvidable? La respuesta es: Si, Before Sunset. Evidentemente no es la primera vez que se hace algo así. Me cuesta recordar alguna cuyos resultados fueran brillantes (pongamos por ejemplo la magistral Sleuth [La huella] del genial Mankiewicz). Pero hacerlo con una película romántica me parecía poco más que una locura. Y sin embargo Linklater, uno de los directores de moda tras el éxito de Boyhood, logra una extraordinaria película que gira alrededor de un gran guion, escrito al alimón por Linklaker, Hawke y Delpy. Este retoma la situación de la pareja que nos presentó nueve años antes en Before Sunrise (Antes del Amanecer) desde el momento en el que se separaron. Al igual que aquella, unas pocas horas juntos, paseando y hablando solamente, esta vez por las calles de París, son suficientes para construir la película. Eso y las fantásticas interpretaciones de Hawke y Delpy, en las que se notan las vivencias y reflexiones personales que aportaron al guion, haciendo que los diálogos, muy bien escritos, fluidos y llenos de chispa, se vuelvan vivos cuando ellos los dicen o incluso solo con sus miradas. Y Linklaker, de forma discreta y magistral, nos va llevando de la mano, como si fuéramos un tercer y silencioso invitado a esas conversaciones por las bellas calles de París. A su lado sonríes, te decepcionas, te ilusionas, sufres y te enamoras. A mí me costó soltarme de su mano. Y en el camino se me quedaron unas cuantas emociones que vuelvo a recuperar cada vez que la veo. Una auténtica maravilla.