Buscando nuevas ideas, Hollywood insiste en adaptar libros, obras de teatro e incluso videojuegos que hayan tenido cierto éxito. En su intento hay de todos los ejemplos, y mientras que para libros y obras teatrales hay películas notables, la industria del videojuego suele verse perjudicada en estas adaptaciones. Algunos casos (“Resident Evil”) son de calidad y entretenidos, pero algunos otros (“Prince of Persia”, “Doom”) deberían haber tenido mejor suerte.

Ahora le toca el turno a “Assassin’s Creed”, exitoso videojuego con millones de seguidores, que tiene una trama localizada en nuestro país. El argumento, que debería centrarse en lo importante con sencillez para ir directo a la acción, consigue no convencer a nadie, presentando un personaje principal tan atónito ante la situación como el propio espectador. La historia se presenta de manera atropellada, con prisas por avanzar, y no hay explicación coherente para cosas que ocurren. Esa tecnología que utilizan es el claro ejemplo de haber sido sacada de la manga.

Una vez presentado el argumento y los personajes principales (algo que nunca ocurre y que demuestra el desprecio de la película por ellos) la trama debiera desarrollarse de manera amena y fluida. En uno de los grandes problemas del film, “Assassin’s Creed” es bastante aburrida, con enfrentamientos previsibles y repetitivos. La rutinaria dirección de Kurzel invita a dormitar un rato, conscientes de la irrelevancia de la historia.
Si la película quería plantear cuestiones más profundas acerca de la libertad de elección, de actuación, u oposición la una autoridad opresora, todo queda desdibujado y sin importancia. El discurso es importante, pero al no hacerse de manera convincente (en el juego está todo mucho más presente) no hay forma de que se convierta en el núcleo sobre el que construirlo todo.

Cotillard y Fassbender se ponen al servicio del croma con personajes planos y sin pulir, probablemente poco trabajados para sostener la película. Mientras el consigue lucir un poco por la inercia de su personaje, Cotillard resulta intrascendente y desperdicia talento. Un conjunto de circunstancias que convierten a “Assassin’s Creed” en una aburrida y vacía película de acción que aprovecha el éxito de las consolas para hacer taquilla, pero que no llega al simple aprobado entre los estrenos semanales.