"Grand piano" persigue ser una película de tensión, en la que el suspense prevalezca sobre cualquier otro género, y solo logra ser un caótico cúmulo de ideas que no terminan de cuajar. Su guión, inverosímil como pocos, se basa en una serie de circunstancias complicadas de entender y en muchas ocasiones acabadas tan rápido como sea posible. Solo de esta manera se entiende que el guión elimine casi fulminantemente personajes que podrían haber desarrollado mayor parte de la trama.

Esta falta de carisma de los secundarios por falta de tiempo delante de la pantalla hace que el espectador ni siquiera se moleste en entender las motivaciones de cada uno, y desenchufe de todo con facilidad. Es especialmente grave en los personajes protagonistas: por un lado Wood, que parece aguantar un suceso traumático sobre su espalda pero que el guión no acierta a vislumbrar quedando como algo que se intuye; y Cusack, que de haber aparecido antes hubiera dado brillo a su actuación, es el malvado menos desarrollado de la historia reciente y su motivación para hacer lo que hace sigue siendo a estas alturas un misterio.

Al final el espectador se queda con ganas de saber algo más sobre los personajes, sobre la trama y sobre el supuesto misterio que rodea a la historia, y gratamente sorprendido por el estupendo trabajo de sonido que tiene la película. Es poco para una película española de correcta factura que contaba con dos figuras del star-system americano, y que desaprovecha de principio a fin.